Pese a que había personas en las calles, el llamado a no acercarse a los cuerpos de agua al parecer rindió frutos en la zona metropolitana pues en las playas no había ciudadanos que desafiaran las condiciones climáticas.
Metro realizó un recorrido por varias playas y en cada una solo había presencia policiaca que patrullaba el lugar. Así ocurrió en San Juan, Carolina y Loíza.
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En las costas de Piñones en Loíza, había muy pocos autos transitando por el lugar poco antes del mediodía, cuando ya el oleaje alcanzaba varios pies y ganaba fuerza.
El Balneario de Carolina permaneció cerrado al público y era custodiado por oficiales de la Policía Municipal. Además había un vehículo todoterreno que patrullaba el lugar.
Algo similar ocurría en los accesos a la Playa de Isla Verde, como lo son Pine Grove, Hobbie y otras, donde no había público ni surfers. En ocasiones se observaban pocos curiosos que tomaban fotos.
Por otro lado, en la playa del Último Trolley en Condado, la marea había crecido.
El Servicio Nacional de Meteorología advirtió sobre condiciones peligrosas en la marejada ante el paso del huracán Irma, que es categoría 5.