NUEVA ORLEÁNS — La experiencia con el huracán Katrina en el 2005 le puede servir a las autoridades para aprender cómo reconstruir a Texas tras el paso del huracán Harvey.
En ese entonces las autoridades debieron enfrentar dilemas en torno a qué reconstruir, dónde alojar a los damnificados y cómo restaurar la seguridad en las calles. Se hizo obvio que los responsables a nivel local y federal no estaban preparados para enfrentar un cataclismo de esa magnitud.
{include file=”/web/htdocs/wp-content/plugins/metro/modules/amp/tpl/global/ad.tpl” codePub=”ad_300x250_1″ width=”320″ height=”250″ layout=”responsive” multiSize=”320×250″}
Algunos políticos dudaban que Nueva Orleáns pudiera recuperar de semejante azote. Los que estaban en el poder en ese entonces sufrieron un golpe irreparable a su reputación, entre ellos el presidente George W. Bush, la gobernadora Kathleen Blanco y el alcalde Ray Nagin.
Nagin ganó la reelección en el 2006 pero dejó el cargo cuatro años después con escasos índices de popularidad.
Recomendados
Katherine Angueira levanta banderas ante programas para agresores
Feid y Karol G arrasan en los Latin AMAs
Gigantes acaban con la racha de los Criollos de Caguas
Hoy en día, el alcalde Mitch Landrieu y los partidarios de la metrópoli señalan a los logros alcanzados: nuevas escuelas, nuevos edificios públicos, nuevas empresas y un vibrante sector turístico.
Pero el camino fue largo y difícil, y los desafíos no han desaparecido, especialmente con la infraestructura, pues es evidente el desgasto del sistema de suministro de agua, las redes de desagües y las plantas generadoras de electricidad.