Primero fueron rayas, luego animales, hasta llegar a las toscas y musculosas figuras humanas que pinta en la actualidad. Autista y sordomuda de nacimiento, Castillo recurrió desde niña al dibujo y la pintura como su única forma de expresión, una necesidad vital de comunicación que hoy, a punto de cumplir 32 años, es una obra artística consagrada que expone en museos y galerías.EFE
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