Houston es una ciudad de enorme poderío económico cuya actividad se hace sentir mucho más allá de sus horizontes geográficos, por lo que la devastación del huracán Harvey ha despertado interrogantes sobre cuándo podrá recuperar su estabilidad.
Es en Houston donde se produce gran parte del plástico del país, usado en todo tipo de productos, desde autos de carrera hasta frascos para leche de bebés. Casi una tercera parte de toda la capacidad de refinamiento petrolero norteamericano está allí. Es la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, una metrópoli de 2,3 millones de personas que además alberga 20 de las 500 empresas más grandes del país de acuerdo con la revista Fortune.
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“Esta es una ciudad con una economía de 500.000 millones de dólares donde actualmente no se está vendiendo nada, no se está fabricando nada, no se está enviando nada”, expresó Patrick Jankowski, economista afiliado con la Greater Houston Partnership, organización que fomenta el desarrollo económico de la ciudad. “En Houston no está pasando nada aparte del rescate de las víctimas de la tormenta”.
El puerto de Houston es el segundo más transitado de todo Estados Unidos. Sus dos aeropuertos sirven a 26 millones de pasajeros al año. Su centro de atención a pacientes de cáncer, uno de los más prestigiosos del mundo, procesa 13.000 casos por semana, muchos de ellos de personas que vienen del exterior.
Si fuese un país independiente, Houston sería la 23ra economía más grande del mundo, debajo de Suecia y arriba de Polonia.
Los expertos no saben aún con certeza cuál será el impacto económico sobre Houston, cuán lejos se sentirá o cuánto tiempo se prolongará. Gran parte de la ciudad está sumergida bajo agua y sus fábricas están totalmente paralizadas.
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El transporte — para ya sea para habitantes de la ciudad, empleados o gente de negocios — es sumamente difícil ahora. Los habitantes están atrapados en sus casas o refugios, impedidos de salir debido a que las vías están inundadas. El puerto de Houston está cerrado, y son pocos los vuelos que han podido salir del Aeropuerto Internacional George Bush.
La firma de análisis Macroeconomic Advisers calcula que el descalabro de Houston podría privarle al crecimiento económico nacional entre 0,3 y 1,2 puntos porcentuales para el lapso julio-septiembre. Antes de la tormenta se estimaba que el crecimiento económico nacional en ese período ascendería a una tasa anual aproximada de 3%.
“El país se dará cuenta ahora de la importancia económica que tiene Houston”, dijo Jankowski.
Añadió: “El tablero de un automóvil Ford fabricado en Michigan, la válvula de plástico hecha en Indiana, la prenda hecha en Rhode Island o la funda para la computadora hecha en California, son todos productos de plástico y lo más probable es que ese plástico se haya originado en Houston”.
Aun así, muchos economistas opinan que la ciudad recuperará robustamente una vez que empiece la reconstrucción. Y algunos sectores de la economía local probablemente fueron menos impactados de lo que se temió inicialmente.