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Denuncian el impacto de las renuncias en la Policía

Presidentes de los sindicatos que representan a los más de 13 mil agentes de ley y orden coinciden en que la Uniformada se está quedando sin policías

policia general

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“Nos estamos quedando sin Policías”. Así lo expresó a Metro Carlos Morales, presidente de la Corporación de Policías y Seguridad (COPS), al denunciar que los recortes de beneficios que han experimentado los uniformados en los últimos años los están empujando al retiro y a buscar nuevas oportunidades de trabajo, particularmente fuera de Puerto Rico.

La prueba más fehaciente de la reducción en el número de policías se puede observar en los cuarteles, especialmente en los de la isla, señala Morales.

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“La gente, cuando tiene una emergencia, se pasa llamando al cuartel, pero nadie contesta por que muchos cuarteles operan en horas de la noche con un solo retén. Incluso, ya tú no ves rondas preventivas como antes”, sostiene el líder de COPS.

Nelson Echevarría, presidente de Federación Puertorriqueña de Policías (FPP), destaca que la reducción en el pago de la jubilación de los agentes del orden público (de 75 % a 44.5 % del salario que devengaron en su carrera), así como la eliminación del pago de los días por enfermedad, son algunas de las razones por las cuales los agentes están renunciando.

De acuerdo con las estadísticas de la Policía, del primero de enero de 2016 al 15 de agosto de 2017, 503 uniformados y 35 civiles han salido de la agencia, ya sea mediante renuncia o a causa de retiros obligatorios o voluntarios. No se especificó cuántas dimisiones se encuentran en proceso.

La Policía indica que actualmente cuenta con “13,561 policías activos”, incluidos los que están por licencia de vacaciones, enfermedad o acogidos al Fondo del Seguro del Estado.

En ese sentido, el líder de COPS manifiesta que en la fuerza solo hay 9,000 agentes en función para cubrir tres turnos siete días a la semana, una cantidad muy reducida que, a su juicio, propicia que los delincuentes estén por su cuenta.

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Hasta el 27 de agosto de este año, en ocho de las 13 regiones policíacas se reportó un incremento en los delitos contra la persona. La lista la encabeza Carolina con 573, 87 robos más que los reportados para la misma fecha de 2016. Le sigue Aguadilla, con una diferencia de 61 delitos más que los ocurridos el pasado año. Bayamón con 57, Humacao con 48, Caguas con 34, Guayama con 31, y Utuado y Ponce con 27 cada uno.

En el renglón de agresión agravada, las estadísticas de la Policía también revelan un aumento en nueve de sus 13 regiones. Mientras que en el delito de violación a la fuerza, que incluye también actos lascivos y exposiciones deshonestas, son 12 las jurisdicciones que registran un incremento en sus estadísticas.

Sin embargo, el jefe del Departamento de Seguridad Pública (DSP) de Puerto Rico, Héctor Pesquera, sostuvo el pasado viernes que las estadísticas muestran una reducción en los Delitos Tipo I.

Diego Figueroa, presidente del Frente Unido de Policías Organizados (FUPO), destaca que la reducción en el número de Uniformados se viene notando desde los últimos seis años, desde la implementación de la Ley del Programa Incentivado de Retiro y Adiestramiento, conocida como Ley 70.

“Ahora mismo los policías ya no tienen beneficios. Ya no tenemos garantía en términos de accidentes, ni para nuestras viudas ni para nuestros hijos. Ser policía siempre ha sido un riesgo, pero ahora lo es mucho más”, afirmó el líder de FUPO, organismo que representa a unos 3,200 agentes.

Agrega que la falta de beneficios en la Uniformada ha puesto a pensar a muchos policías jóvenes, muy preparados y con estudios, a optar por otros empleos o a trabajar como policías en otros estados, cuando compañías de Estados Unidos vienen a reclutarlos a la isla.

“Allá fuera tienen mejores sueldos y mejores beneficios, y ya son muchos los que se han ido y se seguirán yendo”, afirma Figueroa.

Expone que la situación en la que se encuentran los cuarteles es otro factor que desmotiva a los policías.

“Las condiciones en las que están las plantas físicas de los cuarteles lo que da es grima. Los policías se están enfermando, no hay papel de baño, los muebles están obsoletos, los carros se están cayendo. ¿Cómo se puede trabajar en esas condiciones?”, cuestionó Figueroa. La superintendenta de la Policía, Michelle Hernández de Fraley, no estuvo disponible para hablar con Metro sobre el tema. 

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