A pesar de la crisis que vive el país, se registró un crecimiento de un 2.9 % en las ventas de autos en comparación con el año pasado. Sin embargo, un posible recorte en la jornada laboral y la implementación de impuestos municipales, entre otras medidas de austeridad, amenazan la industria automotriz de Puerto Rico.
Esta tercera entrega de “Ruta empresarial” explora los esfuerzos que la industria lleva a cabo para minimizar el impacto negativo en las ventas, así como la unión de diversos sectores económicos con el Gobierno.
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¿Cómo está trabajando FCA con la crisis que está viviendo el país?
—Yo creo que como cualquier negocio, FCA se ocupa de buscar que sus productos y servicios estén desarrollándose dentro de nuestro mercado. En nuestra red de ocho concesionarios de Chrysler en Puerto Rico, tenemos tres de Fiat, de lo que es la industria de autos, que están día a día luchando por traer más negocios a la isla y poder proveerles a los consumidores un buen auto y un buen servicio. Yo diría que tenemos en la isla cerca de 200 concesionarios nuevos, excluyendo los de carros usados, que son cientos de concesionarios adicionales.
¿Cómo está aportando FCA para que la percepción de la crisis mejore?
—FCA lo que hace dentro de la industria es aportar a la economía que necesitamos desarrollar en Puerto Rico. Tenemos seis marcas: Chrysler, Jeep, Dodge, Ram, Alfa Romeo y Fiat, así como la marca de piezas Mopar. Así que en realidad son siete marcas en Puerto Rico y el Caribe. También contamos con las inversiones que se hacen en publicidad, en las propiedades y las expansiones en los concesionarios. No solamente a la economía global, sino en cada una de esas regiones y esos municipios.
Hasta julio, la industria había crecido un 2.9 %, ¿qué nos puedes decir acerca de esto?
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—Es la colaboración que se tiene con diferentes industrias también. Parte del crecimiento es parte de lo que ha crecido la industria del turismo. Cuando crece, aumenta la compañía de renta de autos. Y ha tenido un impacto, una aportación a la economía. Otra cosa que nos ha ayudado en la industria es que los costos de la gasolina se han mantenido bastante estables. Y eso ayuda a que la gente pueda comprar vehículos más grandes, para tener más espacio…. Estamos viendo que es un reflejo de lo que pasa en el mercado americano también.
¿Cuál es la proyección de ventas de la industria para 2017, aun con la incertidumbre de la reducción de jornada laboral?
—Esa es la parte que nos preocupa, la incertidumbre. Que no estamos seguros exactamente de qué es lo que va a pasar. Cuando uno tiene unos factores inciertos, es más difícil tomar la decisión para invertir. Hasta julio estimábamos que la industria iba a estar 4.4 % por debajo del año pasado, pero ha pasado a la inversa; hasta el momento está 3 % por encima. Obviamente, no sabemos qué va a suceder con la jornada laboral y la reducción, eso de seguro va a tener un impacto pésimo en lo que es la venta.
¿Qué iniciativas trabaja la industria para que el efecto no sea tan fuerte?
—Lo más lógico es ir con las personas del Gobierno, quienes toman las decisiones, que llevan el mensaje a la Junta de Control Fiscal, y asegurarnos de que entiendan que algunos municipios están considerando aumentos en el CRIM y eso afecta a nuestros negocios.
Recientemente, se constituyó el Frente por Puerto Rico. ¿Cuán importante crees que sea este grupo para llevar ese mensaje?
—Nosotros felicitamos al gobernador; es algo histórico. Representantes de todos los sectores trabajando por un mismo fin, dejando la ideología política al lado y trabajando por llevar un mensaje al Congreso de Estados Unidos de que necesitamos ayuda, necesitamos apoyo y tenemos la mejor intención de sacar a Puerto Rico hacia adelante.