MILÁN (AP) — El niño rescatado en una operación de 16 horas en la que también fueron salvados sus dos hermanos tras el terremoto que sacudió la isla italiana de Ischia dijo el miércoles que “es un milagro que todos sigamos con vida”.
Ciro Marmolo, de 11 años, habló con el periódico La Repubblica en una habitación del hospital donde recibe atención por una fractura que sufrió al caerle escombros en el pie derecho. Los médicos dicen que no es grave y esperan que sane totalmente, pero el niño será trasladado a un hospital en Nápoles donde los especialistas puedan monitorear su circulación.
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Ciro fue calificado de héroe por las autoridades, que elogiaron su valor a lo largo de la terrible experiencia, y dijeron que ayudó a salvar a su hermano de 7 años, Mattias, al empujarlo bajo la cama.
“Ya es mucho que todos estemos vivos”, le dijo Ciro a La Repubblica en un video en el que no se veía su rostro, de acuerdo con las restricciones en Italia para no publicar imágenes de menores de edad. “En una segunda fase, tenemos que pensar en una nueva casa, en nuestros objetos más valiosos y nuestros recuerdos”.
“Es prueba de que Dios existe”, dijo. “Es un milagro que estemos todos vivos”.
La familia Toscano-Marmolo quedó sin hogar por el terremoto que sacudió el norte de la isla de Ischia, frente a Nápoles, el lunes por la noche y dejó dos muertos, incluido uno de sus vecinos.
Mientras que la madre y el padrastro de los dos niños mayores fueron puestos a salvo rápidamente tras el sismo, fue necesario el trabajo incesante de decenas de bomberos para rescatar a Pasquale, de siete meses, tras siete horas, a Mattias otras siete horas más tarde y finalmente a Ciro.
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El papa Francisco rezó el miércoles por las víctimas del sismo, mientras el país se prepara para celebrar el primer aniversario de un terremoto más devastador en la Italia continental.
El jueves se cumplirá el primer aniversario de un movimiento telúrico de magnitud 6,2 que destruyó varias localidades en el centro de Italia y dejó casi 300 muertos. El miércoles a medianoche se llevaría a cabo una procesión con velas en el pueblo más afectado, Amatrice.