La superintendente de la Policía, Michelle Hernández, reconoció hoy que el caso de las seis muertes ocurridas el pasado sábado tras una balacera en una carretera de Dorado es un incidente “bastante complejo” e informó que ya manejan confidencias y vídeos, en una investigación en la que están “nuestros mejores recursos”.
Tras acudir al funeral de la familia muerta en la vía luego de un tiroteo y posterior choque, Hernández dijo que es “un incidente bastante complejo en la que trabajan la Policía, Justicia, agencias federales y la fiscalía federal”.
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“Estamos poniendo toda nuestra energía para amalgamar diferente información recopilada, como confidencias y videos”, aseguró.
Además, manifestó que “estamos poniendo a nuestros mejores recursos investigativos en el caso” y señaló que la uniformada lleva a cabo un plan de prevención en el área del incidente.
Jaime Ferrer Rivera, de 38 años, viajaba en una guagua Land Rover negra de 2016 cuando fue tiroteado desde otro auto.
El sujeto recibió varios impactos de bala que la causaron la muerte mientras guiaba. Su pasajero, Reinaldo Vargas Sánchez, de 58 años, resultó herido de bala en el hombro izquierdo.
El carro, al quedar sin conductor invadió el carril contrario e impactó otro auto en el que se movilizaba una familia.
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En el lugar murieron Kamelis y Jineishka Pérez Rivera, de tres y cinco años, respectivamente, así como de Yarelys Mojica Rivera, de 10 años. También fallecieron los padres de las menores, Ángel Pérez Polanco, de 30 años, y Zuleika Rivera Negrón, de 27.
Entre los hierros retorcidos del automóvil, un Toyota Tercel, modelo de 1992, las autoridades rescataron con vida a Yaymilis Mojica Rivera, de 12 años, quien permanece hospitalizada en condición crítica en el Centro Médico de Río Piedras.