READINGTON TOWNSHIP, Nueva Jersey, EE.UU. — Es la temporada alta para los pequeños aeropuertos utilizados por pilotos aficionados y empresarios, pero no si están situados cerca del campo de golf del presidente Donald Trump en Nueva Jersey.
Trump está pasando 17 días en su residencia de Nueva Jersey, lo cual significa restricciones de vuelos en los aeropuertos vecinos.
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Para el Aeropuerto Solberg-Hunterdon, eso significa cero negocios porque se encuentra en la zona de veda de vuelos de 16 kilómetros (10 millas) a la redonda impuesta por el Servicio Secreto y las autoridades federales de aviación.
El dueño del aeropuerto dice que pierde decenas de miles de dólares en lo inmediato y podría perder negocios en el futuro a medida que los clientes buscan otras terminales donde estacionar sus aviones.
Lo mismo sucedió meses atrás a los aeropuertos en las cercanías del resort Mar-a-Lago de Trump en Florida.