Cuando preguntamos al nuevo alcalde de Guaynabo, Ángel Pérez, si dará paso a una reducción del sueldo de los empleados municipales de confianza, nómina que bajo la administración de Héctor O’neill ascendió a $3 millones, asintió sin pensarlo dos veces.
“Va a haber una[reducción]. [Decir] puede crea la duda”, sostuvo el exrepresentante en conferencia de prensa, tras alcanzar el pasado sábado el 70% del apoyo electoral frente a su contrincante, el senador Carmelo Ríos.
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Luego de esto, entre sus prioridades estará solicitar toda la información financiera del municipio, para poder ajustar las finanzas guaynabeñas con una visión amplia de la situación del pueblo, sobre todo porque durante su campaña el contador identificó que los estimados de ingresos de Guaynabo City no se habían alcanzado.
“Nos estaba llegando la información, pero a cuenta gotas. Ahora vamos con toda autoridad a abrir los libros y ver cuál es la realidad financiera del municipio”, comentó.
También dice que se enfocará en la creación de empleos, en asegurar un clima de confianza entre los empleados y reunirse con la Procuraduría de la Mujer, luego de la multa de $30,000 que recibió el pueblo que ahora dirige, tras el caso de violencia sexual que sombrea al excalde O’neill.
El comité de transición del Nuevo alcalde, que estará presidio por el abogado Antonio Pabón, se encargará de comenzar con estos primeros pasos. Al tiempo, este grupo planificará la juramentación del mandatario, que aún no tiene fecha estipulada.
Le tocará conciliar
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Aún cuando Pérez recibió un apoyo arrollador del pueblo estadista de Guaynabo, la tarea para unir las piezas en la alcaldía al parecer no le será fácil. Tendrá, en primera instancia, que lidiar con el asamblea municipal constituida bajo el mandato de su antecesor.
Según comentó él mismo, durante la campaña envió una carta a este grupo para realizar una reunión, pero fue ignorado. “No me dieron la oportunidad de escucharme […] Ahora [la reunión] ocurrirá como alcalde y veré la disponibilidad de ellos de trabajar y de poder establecer la política pública y el plan de trabajo de nosotros”, sentenció.
Renuncias por doquier
Así las cosas, Pérez tendrá que llenar las sillas que han dejado los empleados de confianza de O’neill. De acuerdo al nuevo ejecutivo municipal, una decena de empleados han renunciado a sus puestos, incluyendo la vicealcaldesa Aurialis Lozada Centeno. Y no tan solo eso, los empleados renunciantes se van con al parecer jugosas liquidaciones, que ascienden a $500,000, informó el mismo Pérez, aunque aceptó que no tiene datos concretos sobre esto.
“Aparentemente se habla de más de medio millón, pero no tengo la certeza”, acotó.
El Rol de la primera dama
La jueza Liza Fernández, esposa del alcalde Pérez, tendrá un rol protagónico en los actos oficiales del municipio. Aunque, aceptó el líder del Partido Nuevo Progresista, no participará en actividades políticas.
Pérez no prevé que la condición de magistrada de Fernández se un obstáculo para su ejercicio como primera dama, de hecho dice que ya hay un ejemplo, pues la esposa del alcalde de Arecibo, Carlos Molina, también es juez.