Con el tema “Sembrando por una gran causa”, más de 60 empleados voluntarios de Banco Santander Puerto Rico junto al reconocido agrónomo Douglas Candelario llevaron a cabo tareas de jardinería y pintura para acondicionar las áreas verdes y las residencias que albergan a niñas y jóvenes de los Hogares Rafaela Ybarra, ubicado en el sector San José de Río Piedras.
La institución bancaria expuso en una comunicación escrita que la organización sin fines lucrativos, dirigida por las Hermanas de la Congregación de Los Ángeles Custodios, brinda cuidado, protección y hogar a niñas entre 5 a 18 años de edad que por diversas razones carecen de un hogar seguro.
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El equipo de voluntarios de Banco Santander, al cual se integraron familiares y amistades de los empleados, remozó las áreas de la entrada principal de la entidad benéfica, las entradas y las jardineras de las tres residencias de niñas, así como los espacios verdes comunes. Los trabajos de mejoras consistieron en preparación del terreno, siembra de grama y de plantas ornamentales, y pintura del exterior de las residencias. Douglas Candelario, quien se unió a la iniciativa, donó de su conocimiento y tiempo para el diseño de los nuevos espacios verdes. Candelario orientó además al equipo de voluntarios durante las labores de jardinería, y compartió con las participantes y el personal de los Hogares. La actividad contó también con la participación del presidente de Banco Santander Puerto Rico, Fredy Molfino.
Criselyris Meléndez, directora de Recursos Humanos de Banco Santander, explicó que la iniciativa forma parte del programa de impacto comunitario Santander Solidario, a través del cual un equipo de la institución financiera lidera mensualmente un esfuerzo de voluntariado. “En esta ocasión, nos unimos los equipos de Recursos Humanos y Auditoría Interna para impactar a los Hogares Rafaela Ybarra, con quienes hemos colaborado en el pasado porque creemos y apoyamos su misión. Nuestra meta con este esfuerzo era habilitar espacios verdes limpios, seguros y amenos que fomentaran el crecimiento y el desarrollo integral de las niñas participantes, pero sobre todo, sembrar en ellas la esperanza de un mejor porvenir”, expresó.
Por su parte, Eduardo Rodríguez, director de Auditoría Interna, señaló que en adición a los trabajos de mejoras a las áreas verdes y a las residencias de niñas, el equipo de voluntarios realizó otras actividades dirigidas a contribuir con el bienestar de las participantes.
“Adicional a los trabajos de jardinería y pintura, tuvimos al agrónomo Carlos Gautier, quien ofreció una charla sobre huertos caseros. También, organizamos una serie de talleres prácticos sobre siembra de plantas ornamentales. Por último y, de cara al inicio de clases en este mes de agosto, entregamos un donativo de materiales escolares, incluyendo lápices, libretas y zapatos”, manifestó.