Washington- El nuevo director de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, dijo hoy que busca construir una relación “incluso más fuerte” que la actual con el secretariado del Partido Republicano, después de que su acceso a su actual cargo provocara la salida de las dos últimas figuras del aparato.
Scaramucci, que ha sacudido la Casa Blanca en solo una semana en el cargo, quiso hoy enviar un mensaje conciliador contando que tuvo una llamada “genial” con la presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC), Ronna Romney McDaniel, a quien alabó diciendo que “está haciendo un fantástico trabajo para apoyar al presidente” Donald Trump.
PUBLICIDAD
“Deseando construir una relación incluso más fuerte”, agregó en su cuenta de la red social Twitter, la vía de comunicación preferida de su nuevo jefe.
Estas son las primeras palabras de Scaramucci después de que el viernes Trump anunciara por sorpresa la salida de Reince Priebus como jefe de gabinete de la Casa Blanca y su reemplazo por el hasta ahora secretario de Seguridad Nacional, el general retirado John Kelly.
Priebus, que dejó la presidencia del RNC para sumarse al equipo de Trump, era la figura del aparato republicano con un cargo más alto dentro de una Casa Blanca en la que el poder está ahora ya totalmente en manos de personas ajenas al partido.
El republicano había logrado durante meses bloquear la llegada a la Casa Blanca del arrollador Scaramucci, un financiero de Wall Street con un estilo atrevido del gusto de Trump y sin experiencia en estrategias de comunicación política.
Pero su mermada influencia en el Despacho Oval y la facilidad con la que Trump cambia de opinión sobre sus asesores hicieron que el 21 de este mes Scaramucci no solo entrara en la Casa Blanca sino que lo hiciera en el puesto al que aspiraba Sean Spicer, un protegido de Priebus con el que había trabajado en el RNC.
Spicer, que junto a Priebus había tratado por todos los medios de que el agresivo financiero no llegara al ala oeste, renunció a su cargo ese mismo día.
Su caída anunciaba la de su protector, Priebus, el hombre que esta semana estuvo en todas las quinielas de posibles despedidos de Trump, junto al fiscal general, Jeff Sessions, que parece haberse librado por el momento.
PUBLICIDAD
Scaramucci se la tenía guardada a Priebus desde hacía meses, consciente de que el republicano fue el motivo por el que Trump no concretó su intención de incorporarle a su equipo desde el principio.
El financiero aireó de inmediato sus recelos sobre Priebus de manera nada profesional y se mostró, como hace Trump desde el principio de su mandato, obsesionado con las filtraciones a la prensa y con encontrar a los responsables.
Sin Priebus ni Spicer, el círculo más cercano a Trump en la Casa Blanca está compuesto por su populista estratega jefe, Steve Bannon, el matrimonio formado por su hija Ivanka y Jared Kusher, el principal asesor económico, el exbanquero Gary Cohn, y el recién llegado Scaramucci.