BOSTON (AP) — Un exsacerdote que fue pieza clave del escándalo de abuso sexual por parte de clérigos de la iglesia católica en Boston salió en libertad discretamente el viernes, tras cumplir una sentencia de 12 años por violar a un niño en la década de 1980.
Paul Shanley, de 86 años, salió del Centro Correccional Old Colony en Bridgewater. Planea vivir en un apartamento en Ware, un pueblo de unos 10.000 habitantes a unos 105 kilómetros (65 millas) al oeste de Boston, de acuerdo con el registro estatal de abusadores sexuales.
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Fiscales se opusieron a que saliera en libertad, y varias de sus presuntas víctimas pidieron ayuda al público para seguirle la pista. Ellos dicen que les preocupa que Shanley vaya a reincidir.
El registro categoriza a Shanley como abusador de nivel 3, considerados como los más propensos a reincidir. Pero dos psicólogos contratados por fiscales estatales resaltaron la edad avanzada de Shanley y sus problemas de salud al concluir que es poco probable que vuelva a cometer abuso.
El abogado Mitchell Garabedian, quien representa a docenas de hombres que dicen que fueron abusados por Shanley, dijo que las evaluaciones estuvieron incompletas porque los psicólogos no entrevistaron al exsacerdote. En vez de eso, revisaron reportes policiales, archivos de la fiscalía y documentos de la Iglesia sobre Shanley que contienen varias quejas de abuso sexual en su contra.
“El hecho que ninguno de estos expertos habló con Paul Shanley deja un hoyo en el informe tan grande que por allí podría pasar un camión”, dijo el abogado.
“Paul Shanley debería estar en un hospital recibiendo tratamiento y no en el mundo exterior donde puede fácilmente tener acceso a niños inocentes”, agregó.
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Ambos psicólogos hallaron que Shanley cumple con los requisitos psiquiátricos de pedofilia. Pero dijeron en sus reportes escritos que investigaciones indican que los índices de reincidencia para gente de esta edad son extremadamente bajos. También destacaron los problemas de salud de Shanley _que fueron censurados en los reportes_ y el hecho de que la última vez que se le reportó como abusador fue en 1990.
Fiscales trataron de mantener en prisión a Shanley más allá de que cumpla su sentencia con una ley especial sobre personas consideradas sexualmente peligrosas, pero dos psicólogos hallaron que no cumplía con los requisitos legales para esto.