CIUDAD DEL VATICANO – A pesar de varias semanas agitadas _con renuncias de altos funcionarios vaticanos y otros titulares negativos_ el papa Francisco conserva el sentido del humor: colocó un letrero en la puerta de su suite que lee “Prohibido lamentarse”.
El texto prosigue: “Los transgresores están sujetos a un síndrome de victimismo con la consiguiente caída del sentido del humor y la capacidad de resolver los problemas. Las sanciones se duplican cuando la infracción es cometida en presencia de los niños”.
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La página en línea del diario vaticano La Stampa publicó una foto del cartel el viernes.
Últimamente, el auditor general del Vaticano renunció, el tesorero regresó a Australia a responder a cargos de abuso sexual y el principal funcionario para asuntos de doctrina fue destituido.