VALLETTA, Malta -La nación insular de Malta, de mayoría católica, se apresta a legalizar el matrimonio gay, sumándose a buena parte de Europa occidental al reemplazar la fórmula tradicional “los declaro marido y mujer” en la ceremonia civil por “los declaro cónyuges”.
La Iglesia católica se opone a la norma, que el gobierno laborista había prometido sería su primer proyecto de ley después de ganar las elecciones el mes pasado y que tiene el apoyo de los dos partidos de oposición. La única duda antes de la votación en las próximas horas es si habrá algún voto en contra.
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El objetivo de la ley, impulsada por la ministra de Igualdad, Helena Dalli, es “modernizar la institución del matrimonio” y extenderla a todas las parejas adultas consensuales.
Su aprobación es el indicio más reciente de las transformaciones en esta nación, antes conservadora, de 440.000 habitantes que aprobó el divorcio apenas en 2011.
El aborto sigue siendo ilegal, pero la adopción por parejas gay es legal desde que rige la ley de uniones civiles aprobada en 2014. El año pasado, el número de matrimonios exclusivamente civiles superó el de casamientos por iglesia por primera vez.
El arzobispo Charles Scicluna se opone al matrimonio gay, reflejando la posición tradicional de la Iglesia de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
“Yo puedo decidir que una algarroba y una naranja ya no se llamen así”, dijo en una homilía días después de que el parlamento inició el debate sobre la ley. “Pero una algarroba sigue siendo una algarroba y una naranja sigue siendo una naranja. Y el matrimonio, diga lo que diga la ley, sigue siendo una unión eterna exclusiva de un hombre y una mujer”.
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El primer ministro Joseph Muscat dice que sería “discriminatorio” tener leyes distintas para matrimonios heterosexuales y gay.
Las enmiendas a las leyes vigentes incluyen la eliminación de cualquier referencia a “marido y mujer”. En su lugar se empleará el término neutro “cónyuge” en todas las situaciones.