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La administración Trump y los alegados nexos con Rusia

A siete meses de haber inaugurado, la presidencia de Donald Trump parece estancada en el escándalo

La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece no poder zafarse de las alegadas conexiones con Rusia durante la campaña presidencial de 2016, en contra de la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton.

En un nuevo capítulo de la serie de sucesos y revelaciones que han impactado la administración que inauguró en enero, el hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., publicó ayer lo que parece ser el contenido completo del intercambio de correos electrónicos relacionados con la reunión que sostuvo él y otros miembros de la campaña presidencial de su padre, con una abogada rusa que ha sido vinculada con el Kremlin, justo en medio de la campaña en 2016.

“Este asunto está distrayendo enormemente a la administración y, a siete meses de haber inaugurado, todavía no ha empezado a gobernar”, apuntó el profesor José Rivera, experto en sistemas políticos.

En su cuenta de Twitter, el presidente aseguró que “La Casa Blanca está funcionando perfectamente, centrado en cuidado de salud, recortes de impuestos/ reforma y muchas otras cosas. Tengo muy poco tiempo para ver T.V.”.

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A juicio del analista político, el contenido de los correos de Trump Jr. “prueba hasta cierto punto que la campaña de Trump estaba en conversaciones con los rusos para tratar de buscar algún tipo de ventaja comparativa en relación a la campaña de Hillary Clinton”.

Del intercambio de correos se desprende que el publicista Rob Goldstone hizo un primer acercamiento a Trump Jr. con la promesa de información y documentos aparentemente provistos por el Gobierno de Rusia, que hubiera podido perjudicar a Clinton.

Goldstone hace referencia a una reunión que sostuvo un empresario de Moscú con representantes del Gobierno de Rusia, en la que se ofrecieron “a proporcionar a la campaña de Trump algunos documentos oficiales e información que incriminaría a Hillary y sus tratos con Rusia”.

En respuesta al correo, Trump Jr. afirma que “si es lo que dices, me encanta, especialmente más tarde en el verano”. Tanto la convención del Partido Republicano como la del Partido Demócrata, en las que Trump y Clinton oficializaron sus respectivas candidaturas presidenciales, se llevaron a cabo a finales de julio de 2016.

“Esto es obviamente información de muy alto nivel y sensible, pero es parte del apoyo de Rusia y su gobierno para el señor Trump”, aseguró Goldstone. Eventualmente, se concretó la reunión que se llevó a cabo en la Torre Trump en Nueva York el 9 de junio de 2016.

En defensa de su primogénito, el presidente estadounidense expresó en Twitter que “mi hijo Donald hizo un buen trabajo anoche. Fue abierto, transparente e inocente. Esta es la mayor caza de brujas de la historia política. ¡Triste!”.

De acuerdo con The New York Times, fue la abogada rusa Natalia Veselnitskaya —vinculada por fuentes del medio al Gobierno de Rusia— quien asistió al encuentro.

En una entrevista ayer con NBC, la abogada aseguró que recibió una llamada telefónica de un hombre al que no conocía y se le dijo que se reuniera con el hijo mayor de Trump.

Dijo, además, que no tenía información sobre la campaña de Clinton y que jamás trabajó para el Gobierno ruso.

La controversia sobre el papel de Trump Jr. en las relaciones de equipo de campaña de su padre con Rusia, surge en medio de la investigación que realiza el fiscal especial Robert Mueller, nombrado por el Departamento de Justicia federal, sobre las presuntas relaciones.

Mueller, además, investiga al propio presidente Trump por posible obstrucción a la justicia, luego de que despidiera al exdirector del FBI, James Comey, quien llevaba a cabo una investigación sobre el exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Michael Flynn, y sus relaciones con Rusia.

La clave de los nuevos hallazgos

Para Rivera, más allá de los correos y la reunión en busca de información perjudicial para Clinton, “la clave aquí es la conexión con entes, personas que están conectadas con el Gobierno ruso”.

“Quizá el hecho de intercambiar correos electrónicos para buscar información que dañe a la campaña de Hillary Clinton no es tan grave. Probablemente, la campaña demócrata también hace lo mismo con sus adversarios”, dijo el profesor.

“El punto es que, probablemente, con esto se inicia una relación que podría considerarse bastante alarmante en términos de cómo entonces agentes extranjeros están empezando a adentrarse y a influenciar hasta cierto punto la campaña de unos de los candidatos presidenciales a un puesto importantísimo”, explicó el analista político, en referencia al cargo de presidente de Estados Unidos.

La investigación alrededor de Rusia y la controversia sobre su papel en las elecciones y relaciones con la campaña de Trump, también tienen un efecto negativo respecto a ciertas colaboraciones que podrían llevarse a cabo entre dos potencias como lo son Estados Unidos y Rusia, según explicó Rivera.

“Colaboración para algunas cosas bastante específicas, como la estabilización de Siria, tratar de resolver o llegar a algún acuerdo con respecto a Ucrania y otras colaboraciones que dos potencias hacen posible, pero nada de esto se está dando precisamente porque la interferencia rusa en las elecciones de Estados Unidos, toda la revelación que se ha dado alrededor de esto, incluso el alegato de intrusión ya está en el imaginario público, en las percepciones públicas y realmente para todos los efectos y propósitos en términos particulares de las percepciones públicas, ya el daño está hecho, no hay manera de que esta administración pueda sacudirse o sacarse ese lastre de encima”, apuntó el analista.

  1. Vea también: Moscow niega reunión con empresario para llegar a Trump Jr. 

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