La Junta de Control Fiscal (JCF) y el Gobierno de Puerto Rico siguen encontrados en la postura sobre la reducción de jornada laboral y “el pueblo debe entender que esa es una posibilidad”, según indicara el presidente del organismo, José Carrión III.
“No hay una intención per se, lo que hay es una discrepancia de como vemos las cosas con el Gobierno. Es nuestra responsabilidad dejarle saber al pueblo que pudiese surgir esta situación”, dijo Carrión III. “Queremos ser responsables y que el pueblo sepa que existe esa posibilidad”, agregó
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Carrión abordó el tema durante la octava reunión abierta de la Junta de Control Fiscal, celebrada en la mañana de hoy, viernes, en el Hotel Sheraton, en el cual se certificó el presupuesto revisado del Estado Libre Asociado de Puerto Rico para el año fiscal 2018, en cumplimiento con el Puerto rico Oversight Management and Stability Act P(ROMESA).
La Junta encontró en cumplimiento los presupuestos del Banco Gubernamental de Fomento, de la Autoridad de Carreteras y Transportación, de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE)
La Junta también certificó a viva voz que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) se acoja al Título III de PROMESA, pero su presidente José Carrión III señaló que este recurso es uno que se utilizará como última opción, tras completarse “varias conversaciones” con las partes involucradas. El gobernador Ricardo Rosselló Nevares había solicitado a la Junta la protección de Título III para la AEE
Antes de considerar la resolución, el presidente Carrión ofreció un repaso de las acciones de la Junta con respecto a la AEE, incluyendo las razones que tuvo para no aprobar el propuesto Acuerdo en Apoyo de la Restructuración luego de un proceso profundo de revisión y análisis por parte de los miembros de la Junta.
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Según explicaron, tal pacto “creaba un riesgo significativo y habría empujado los precios de la electricidad materialmente hacia arriba, poniendo en peligro la misión de PROMESA de eliminar la emergencia fiscal”, dijo Carrión III.
“Al encarecer el vivir y hacer negocios en Puerto Rico, habría hecho más difícil revertir el crecimiento económico negativo del Estado Libre Asociado a lo largo de la pasada década. Si eso no puede cambiarse para obtener el suficiente crecimiento positivo, ninguna restructuración será exitosa”, puntualizó.
