El colectivo Profesorxs Autoconvocadxs en Resistencia Solidaria (PAReS) realizó el martes, una manifestación con el propósito de visibilizar la situación laboral de los docentes sin plaza en la Universidad de Puerto Rico (UPR).
“Como ha salido a relucir recientemente en los principales medios de comunicación del país, las y los docentes sin plaza en la UPR constituimos una importante parte de la fuerza laboral de la institución, llegando a ser en algunos recintos, como en el de Carolina, la mayoría y, en el caso del Recinto de Río Piedras, cerca de la mitad”, señaló la portavoz del grupo la doctora Marissel Hernández en declaraciones escritas.
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Explicó que durante los pasados días la UPR, en sus distintos recintos, ha decidido extender el semestre académico hasta el 28 de julio, periodo que cubre la totalidad del periodo veraniego. El efecto inmediato es que muchos de las y los docentes sin plaza y sus familias no tendrán forma alguna de sustento durante este verano y parte del próximo semestre. Durante este periodo, el personal docente sin plaza se ve obligado a buscar formas alternativas de fuentes de ingresos ya que es un periodo muerto para nosotros en la UPR. En caso de no conseguir empleo, muchos hemos sido elegibles para el seguro por desempleo. Por otro lado, al encontrarnos trabajando sin contrato no contamos con el Seguro de Responsabilidad Institucional.
Además, la UPR ha establecido para la primera semana de septiembre como fecha para el inicio del siguiente semestre académico. Esto implica que de nosotras y nosotros regresar a trabajar por contrato en dicha institución, no será hasta luego de casi 5 meses desde el último pago recibido a finales de mayo de 2017 que volveremos a contar con un ingreso.
Dicha situación ha provocado un estado de indefensión e incertidumbre legal para los y las miles de trabajadores y trabajadoras docentes sin plaza en la UPR. Exigimos a la Administración que atienda esta situación de inseguridad y precariedad de modo que termine con las prácticas laborales que privan a los sin plazas de un trato ético, equitativo y justo. La administración debe reconocer el principio de “igual paga por igual trabajo” concediendo a estos profesores y profesoras condiciones laborales y beneficios marginales equivalentes a los que disfrutan los docentes con plaza.