La población de mayor edad no solo enfrenta diversas complicaciones de salud, sino la tendencia de las aseguradoras de aportar menos a sus tratamientos médicos.
En un estudio sin precedentes en la isla, el “Informe de gastos de salud del adulto mayor en Puerto Rico en 2013”, de la Escuela Graduada de Salud Pública (EGSP) del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), reveló que el gasto por cuidado y servicios de salud fue mayor para ese renglón de la población que el gasto de las compañías de seguro médico durante ese año.
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El desbalance quedó evidenciado, pese a que cientos de miles de ancianos en Puerto Rico pagan mensualmente una cobertura médica en espera de acceso a servicios de salud a un costo razonable.
“Los asegurados pagaron más que las aseguradoras prácticamente en todos los renglones del gasto de salud”, afirmó el doctor José Carrión Baralt, catedrático asociado del Programa de Gerontología de EGSP.
“Estos son gastos facturados que no incluyen a todas las personas que buscan cuidado médico, porque saben que no lo pueden pagar”, puntualizó el doctor Carrión Baralt.
“De acuerdo con el informe, el gasto total de utilización de servicios para las aseguradoras en el 2013 en Puerto Rico fue de $726 millones. Para los asegurados, sin embargo, el total de los copagos fue de $861 millones, para un gasto total combinado de casi $1.6 mil millones, solamente en la población de 65 años o más asegurada.
Estas cifras son aún más dramáticas dado el hecho de que la base de datos del Departamento de Salud que se utilizó para el estudio no incluye el gasto de farmacia. En la población de 65 años o más el uso de medicamentos recetados es mucho más alto que en el resto de la población debido a la alta prevalencia de afecciones crónicas, explicó el doctor Heriberto Marín, director del Departamento de Administración de Servicios de Salud de la EGSP, al tiempo que cuestionó el papel de las aseguradoras en Puerto Rico.
“Sabemos por los datos que ellas mismas han suministrado al Comisionado de Seguros de Puerto Rico que las ganancias que se tienen con esta población de Medicare Advantage son gigantescas”, apuntó.
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Más condiciones médicas, mayor el costo para los asegurados
Según el informe, un adulto de 65 años o más que padezca de 10 a 12 enfermedades diagnosticadas tiene que pagar un promedio de $7,130.19 anuales en gastos médicos, mientras que su aseguradora aporta un promedio anual de $4,192.46. Si al adulto se le ha diagnosticado de 6 a 9 enfermedades, su gasto promedio anual es de $3,131.44, mientras que la aseguradora tiene un gasto promedio de $2,182.86.
No obstante, cuando el adulto tiene de 2 a 5 condiciones de salud diagnosticadas, los asegurados pagan un promedio anual de $865.46 y su aseguradora aporta $1,328.29 anuales.
“Lo más preocupantes es que, a medida que la salud de la persona se deteriora con más enfermedades, no solo aumentan sus copagos, sino que aumenta la proporción del gasto que le corresponde, y la proporción que le corresponde a la compañía aseguradora disminuye. Tenemos que entender por qué esto sucede y proteger a las personas más vulnerables”, expresó Carrión Baralt.
Al tomarse en consideración la edad del asegurado como variable, se encontró que el grupo con mayor co-pago promedio anual fueron los adultos mayores de 85 años o más al tener que sufragar alrededor de $2,472.13 anuales vs $1,834.19 las aseguradoras. Los adultos de 75 a 84 años promediaron un co-pago anual de $2,384.28 mientras su asegura aportó $1,834.19. El co-pago de menor cantidad lo presentaron los adultos de 65 a 74 años quienes tienen un co-pago promedio de $1,731.69 y su aseguradora una aportación de $1,782.02.
Puerto Rico se queda sin geriatras
El ya difícil panorama para el adulto de 65 años o más en Puerto Rico por el desbalance en los costos de cuidado de salud, emperora cuando a eso se suma la falta de especialistas en geriatría que atiendan las necesidades específicas de una población que en la isla que alcanza los 648 mil, de acuerdo a estimados del Censo de los Estados Unidos.
“Estimamos que no llegamos a 100 geriatras a través de toda la isla, de los cuales muchos se han quedado en el sistema de veteranos, quizás por los sueldos, y muchos se han ido a los Estados Unidos porque la especialidad de geriatría es bien cotizada y continuamente llegan ofertas para irnos”, explicó la doctora Vanessa Sepúlveda, internista y geriatra del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR.
De acuerdo a la catedrática, el RCM gradúa alrededor de cinco geriatras por año, de los cuales muchos de ellos se van a ejercer fuera del país.
“Estamos en una crisis de manejo y de conocimiento en términos del manejo de lo que es el paciente geriátrico, por lo tanto parte de nuestro compromiso es tratar primero que nuestros geriatras se queden en nuestro país y capacitar no sólo a los geriatras sino a los médicos primarios”, dijo la doctora, añadiendo que la Escuela de Medicina en conjunto con la Escuela Graduada de Salud Pública desarrollan propuestas para las aseguradoras, también a través del Instituto de Gerontología, para llevar a cabo dichas capacitaciones, que buscan preparar al médico primario “para lo que viene”.
“No estamos preparados para lo que viene, no están naciendo niños, se está hiendo la población joven, nos estamos quedando con nuestros viejos, ¿y quién los va a atender?”, apuntó Sepúlveda.
Recomendaciones de los expertos
- Enfocar los servicios de salud en prevención y detección temprana, con el fin de que el adulto mayor tenga una mejor calidad de vida. “Tenemos que ser mucho más agresivos en términos de prevención”, afirmó el doctor Carrión.
- Convocar y asegurar una acción multisectorial de salud pública integral sobre el envejecimiento, en la que los sectores privado, público y de la comunidad se unan con el fin de desarrollar estrategias y planes de acción, enfocados no solo en la prolongación de la vida, sino más aún en lograr que los adultos mayores tengan un envejecimiento saludable y digno.
- Repensar el sistema de salud: “Este estudio puede contribuir a poder informarnos sobre preguntas macro respecto a cómo podemos reformar y crear un nuevo sistema de salud que sea más solidario, más justo, más eficiente, más efectivo”, dijo el doctor Marín.
- Limitaciones del estudio: Los datos aquí reportados dejaron fuera alrededor del 30 % de la población de 65 años o más en Puerto Rico. Los expertos dijeron que es importante contar con la mayor cantidad posible de la población, de modo que no se excluyan grupos que pudieran tener necesidades particulares. No obstante, la muestra de 424,479 asegurados de 65 años o más es la más grande de cualquier estudio sobre esta población en la isla.