Hacía apenas tres meses que Gloria Trevisan, de 26 años, se había mudado a Londres desde Italia, en busca de un mejor porvenir. Junto a su novio, Marco Gottardi, de 27 años, se habían mudado a la Grenfell Tower, el edificio de apartamentos que el pasado miércoles, 14 de junio, se incendió casi en su totalidad.
Vivían en el piso 23, donde quedaron atrapados entre las llamas que consumieron el edificio con una rapidez que dejó atónitos a los bomberos e ingenieros que han analizado la situación.
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“Estoy a punto de ir al cielo, los ayudaré desde allí”, fueron las últimas palabras de Gloria, antes de que se cortara la llamada alrededor de las 3:00 de la madrugada del fatídico día. “Gracias madre por todo lo que haz hecho por mi”.
“Siento mucho no poder abrazarte nunca más”, dijo Trevisan, de acuerdo Loris, el padre de la joven, en declaraciones reseñadas por Independent. “Tenía toda mi vida por delante. No es justo. No quiero morir. Quería ayudarte, darte las gracias por todo lo que hiciste por mí”, relató el papá, sobre la última conversación que tuvo con su hija, una joven arquitecta que deseaba ayudar a sus padres en Italia.
De acuerdo a Loris y Manuela, la madre de Gloria, la pareja atrapada en el edificio intentó salir, pero las llamas se asomaban cada vez más fuertes por las escaleras y el humo era demasiado denso. Recientemente, Gloria había compartido una foto en su Instagram, fascinada por la vista desde su apartamento en el piso 23.
Según Independent, Marco Gottardi también se comunicó con su familia en medio del incendio.
“Marco nos dijo que no nos preocupáramos, que todo estaba bajo control, que básicamente no debíamos preocuparnos. Estaba tratando de minimizar lo que pasó, probablemente para no perturbarnos”, relató el padre de Marco, Giannino Gottardi.
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En una segunda llamada, Marco, también joven arquitecto, le indicó a su padre que el apartamento estaba lleno de humo. Luego la comunicación se cortó y no hubo posibilidad de conectar nuevamente la llamada.
Se eleva a 79 cifra de muertos
Las autoridades británicas elevaron ayer a 79 la cifra de muertos en el incendio de la torre de apartamentos en Londres.
La cifra podría variar conforme avance la investigación, precisó el comandante policial Stuard Cundy. Las operaciones de búsqueda y recuperación continúan en la Grenfell Tower, de 24 pisos, al tiempo que las autoridades investigan si se produjo cualquier delito en relación con el fuego, señaló.
Cundy dijo a los reporteros que la ”espantosa” realidad es que posiblemente no será posible identificar a todas las víctimas.
Dos funcionarios informaron que el revestimiento exterior colocado en la remodelación del edificio podría ser ilegal, según la norma británica.
Los expertos creen que los paneles, que contenían aislante, hicieron que las llamas se propagaran más rápido por el exterior del rascacielos. Algunos han dicho que nunca vieron un incendio avanzar tan rápidamente.