Tras ganar un reconocido concurso de robótica, el “soñador” Lorenzo Santillán tuvo la oportunidad de ser científico, pero su estatus migratorio le impidió tener una beca universitaria y tuvo que buscar una alternativa que llegó en forma de un camión de comida ambulante que llamó “Ni de aquí, ni de allá”. EFE
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