Cuando el exdirector del FBI James Comey hable en una audiencia ante el Congreso el jueves, afirmará que el presidente Donald Trump le dijo que necesitaba y esperaba lealtad, durante una “incómoda” conversación sostenida durante una cena en la Casa Blanca en enero pasado, de acuerdo con los documentos difundidos un día antes de su anticipado testimonio.
Comey testificará el jueves ante la Comisión de Inteligencia del Senado.
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Su declaración preparada detalla una serie de interacciones con Trump que, de acuerdo a Comey, lo incomodaron y parecían ignorar la independencia tradicional entre el FBI y la Casa Blanca. Planea decir que a pesar de que le aseguró a Trump que no se encontraba bajo investigación, quedó sorprendido por solicitudes específicas, incluyendo una realizada en febrero, en la cual el mandatario lo alentó a finalizar la pesquisa a uno de sus asesores.
Comey planea decir que tuvo una cena en privado con Trump en enero pasado. Durante el encuentro, afirmará que Trump le preguntó si quería permanecer como director del FBI. Comey respondió que quería completar su periodo de 10 años y que “políticamente no estaba del lado de nadie”.
Comey dirá que en ese momento Trump realizó su declaración sobre la lealtad. Comey respondió que él podía ofrecer su honestidad, y que cuando Trump afirmó que quería “lealtad honesta”, Comey hizo una pausa y contestó: “Eso es lo que obtendrá de mí”.
El exfuncionario también planea testificar que Trump le exhortó durante una reunión privada sostenida en febrero en la Oficina Oval a que pusiera fin a la pesquisa en torno al asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, una solicitud que Comey encontró “muy preocupante”.
Al mes siguiente, después de que Comey reveló de manera pública la existencia de una investigación federal de contrainteligencia sobre los nexos entre Rusia y la campaña de Trump, el presidente se quejó de que la indagatoria había dejado una “nube” que “perjudicaba su capacidad para actuar en nombre del país”.
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