El Partido Comunista de Cuba (PCC) obtuvo hoy un nuevo respaldo para mantenerse como la única institución de su tipo en la isla, de cara a un futuro sin la presencia de un Castro en el poder.
Los vicepresidentes Miguel Díaz-Canel y Marino Murillo reafirmaron ante los legisladores que no hay intención de cambiar el unipartidismo en Cuba y que el PCC dictará el curso de los acontecimientos en la isla como lo ha hecho hasta ahora.
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Díaz-Canel y Murillo forman parte de la generación que relevará a los líderes históricos tras la salida del presidente Raúl Castro prevista para febrero de 2018, con lo cual anticipan una continuación de la línea política que Cuba siguió después de la revolución de 1959.
Durante una reunión previa a una cita de diputados de la Asamblea del Poder Popular, el primer vicepresidente Díaz-Canel aseguró la continuidad del proceso.
“Hay la reafirmación de un pensamiento sólido desde el punto de vista revolucionario”, dijo a periodistas de la televisión oficial Díaz-Canel, la figura que está llamada a suceder al actual mandatario Castro.
El PCC es el único partido con reconocimiento legal y constitucionalmente debe guiar los pasos de la isla en materia de economía y social, lo que lo convierte en una organización tan poderosa como el Ejecutivo.
Cuba considera que su sistema político permite a los ciudadanos expresarse libremente e influir en las acciones gubernamentales dentro de las limitaciones del partido único. Para sus críticos y opositores, sin embargo, en la isla no hay una verdadera democracia.
Castro sostiene que los cambios emprendidos en los últimos años en la isla son económicos y buscan sacar adelante las alicaídas finanzas de la isla. Sin embargo, sostiene que no habrá reformas políticas en el modelo, como por ejemplo piden los opositores o Estados Unidos.
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Los diputados fueron llamados a un plenario el jueves para aprobar una serie de tres documentos que emergieron del congreso del PCC en abril del 2016 y buscan convertirse en una hoja de ruta de la política del país para los próximos años.
La prensa extranjera no estuvo invitada a la reunión de diputados pero los medios locales transmitieron parte de lo que sucedió y algunas intervenciones de los vicepresidentes fueron transmitidas por los medios oficiales.
“Cuando se habla del papel del partido, dejar claro que es el partido único”, manifestó Murillo, quien también enfatizó el legado que dejó el fallecido ex presidente Fidel Castro.
“El comandante en jefe de la revolución cubana es uno solo”, dijo, en referencia al título de Fidel Castro. “Y únicamente el Partido Comunista, como institución que agrupa a la vanguardia revolucionaria y garantía segura de la unidad de los cubanos en todos los tiempos, puede ser el digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder”.
Murillo es considerado guía de las reformas económicas emprendidas por el actual mandatario Raúl Castro y que permitieron una incipiente apertura a la iniciativa privada.