¿Cómo imaginarlo o predecirlo? La noche del 22 de mayo de 2017, niños, jóvenes y adultos asistían al concierto de la artista estadounidense Ariana Grande en el Manchester Arena en Inglaterra.
Ir a un concierto es sinónimo de alegría, fiesta, entusiasmo. Pero el escenario fue distinto para los fanáticos y amantes de la música que esa noche experimentaron de cerca el terror sembrado por atacantes terroristas que cobran la vida de miles de inocentes.
Las fanáticas y fanáticos salían del Manchester Arena, luego de la culminación del concierto, cuando un hombre identificado como Salman Abedi, de 22 años, hizo explotar una bomba, arrebatando la vida de 22 personas y dejando decenas de heridos.
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