DALLAS (AP) — Las autoridades sospechan que una enfermera de Texas, actualmente en prisión por matar a una bebé en 1984 y acusada de otro homicidio ocurrido en 1981, pudo haber asesinado hasta 60 infantes.
Genene Jones, de 66 años, cumple sentencias de prisión simultáneas en un penal en Gatesville: una de 99 años por la muerte de Chelsea MClelland, de 15 años, a quien se le dio una dosis letal de un relajante muscular; y otra de 60 años por inyectarle una fuerte dosis del anticoagulante Heparin a Rolando Santos, de cuatro semanas de edad. Santos sobrevivió al incidente.
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El jueves, la fiscalía del condado Bexas anunció que un jurado investigador había impugnado a Jones por la muerte en 1981 de Joshua Sawyer, de 11 meses, quien de acuerdo a los investigadores falleció a causa de una sobredosis Dilantin, un medicamento para combatir las convulsiones.
Durante el tiempo en que Jones trabajó en hospitales y clínicas de San Antonio y otras partes de Texas, varios niños murieron a causa de convulsiones inexplicadas y otras complicaciones.
En una conferencia de prensa realizada el viernes en San Antonio, el fiscal Nico LaHood dijo que los investigadores piensan que Jones pudo haber matado a algunos o a todos esos niños, quienes murieron en circunstancias inusuales durante e inmediatamente después de sus turnos.
“Ella es sospechosa de decenas de muertes de bebés y solamente ha sido penalizada por una”, dijo.
LaHood indicó que el nuevo cargo de asesinato se basa en evidencia recién descubierta, así como análisis a las pruebas anteriores. Dijo además que se examina la muerte de algunos otros niños, por lo que podrían presentarse nuevos cargos.
A Jones se le ha negado consistentemente la libertad bajo condicional. Sin embargo, su liberación estaba programada para marzo del año próximo, tras cumplir una tercera parte de su sentencia de acuerdo con una ley de libertad obligatoria que estaba en vigor al momento en que fue convicta.