El presidente estadounidense Donald Trump reprendió hoy a los miembros de la OTAN por no pagar su cuota a la alianza militar y se negó a respaldar explícitamente el acuerdo de defensa mutua.
Las críticas inusuales de un presidente en su primer discurso importante en Europa sacudieron aún más un continente ansioso del compromiso de Trump y mientras se vio afectado por un nuevo ataque terrorista.
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Las secuelas de ese ataque en Manchester, Inglaterra, han producido más tensiones, con un funcionario británico diciendo que la policía había decidido no compartir más información sobre la pesquisa debido a filtraciones atribuidas a funcionarios estadounidenses. Trump, que dijo que “no hay una relación que atesoremos más que” la que existe con el Reino Unido, dijo que las filtraciones eran “profundamente preocupantes” y que le había pedido al Departamento de Justicia que investigara el asunto.
“Esas filtraciones han estado ocurriendo por mucho tiempo y mi gobierno va a llegar al fondo de esto”, dijo Trump en una declaración escrita. “La filtración de información delicada representa una grave amenaza contra nuestra seguridad nacional”.
Trump emitió sus críticas en Bruselas, una ciudad que llamó “agujero infernal” en el 2016.
En la nueva sede de la OTAN, Trump repitió su posición de que los países miembros deben contribuir una porción justa, sermoneando a líderes como la canciller alemana Angela Merkel y el nuevo presidente francés Emmanuel Macron, que escuchaban en incómodo silencio.
“No es justo con los contribuyentes estadounidenses”, dijo Trump en sus breves declaraciones. “Si los países de la OTAN pagaran todas sus cuotas, entonces la OTAN sería más fuerte de lo que es hoy, especialmente ante la amenaza del terrorismo”.
Los 28 países miembros –además de Montenegro, que se integrará pronto– renovarán la vieja promesa de dedicar 2% de su PIB a la defensa para el 2024. Actualmente, solamente cinco miembros cumplen ese objetivo:
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- Gran Bretaña
- Estonia
- Grecia
- Polonia
- Estados Unidos
De hecho, Estados Unidos gasta más en defensa que el resto de los aliados combinados.
El jueves por la mañana, Trump visitó la sede de la Unión Europea en Bruselas para reunirse con el presidente de Consejo, Donald Tusk, con el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y con otros funcionarios comunitarios.
El republicano pareció recibir una cálida bienvenida de los líderes, a pesar de que en los últimos meses elogió públicamente la decisión británica de salir del bloque y describió a la UE como “un vehículo para Alemania”. Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump adoptó un tono menos beligerante, calificando el bloque de “maravilloso” y señalando que una Europa fuerte es muy importante para él y para Estados Unidos.
Tras su encuentro, Tusk dijo que él y Trump coincidieron en la necesidad de combatir el terrorismo, aunque mantienen algunas diferencias.
“Algunos asuntos siguen abiertos, como el clima y el comercio. Y no estoy 100% seguro de que hoy podamos decir _el señor presidente y yo_ que tenemos una posición común, una opinión común sobre Rusia”, declaró Tusk agregando que hay que encontrar unidad en torno a valores como la libertad, los derechos humanos y la dignidad.
“La gran tarea hoy es la consolidación de todo el mundo libre en torno a estos valores”, manifestó.