Más de medio centenar de senadores estadounidenses presentaron hoy de nuevo la Ley de Libertad para Viajar a Cuba en el Congreso, una legislación que eliminaría las restricciones vigentes para los viajes turísticos a la isla.
Impulsado por el senador republicano Jeff Flake y el demócrata Patrick Leahy, el proyecto de ley, que ya fue presentado por primera vez en 2015, contó esta vez con el respaldo de 46 senadores más, 55 en total, a la espera de que el nuevo Gobierno de Donald Trump emita su esperada revisión de la política de Estados Unidos hacia Cuba.
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Por ahora, los estadounidenses solo pueden viajar a Cuba si entran en una de las doce categorías fijadas por el Gobierno de EEUU, entre las que se encuentran visitas familiares, viajes oficiales gubernamentales, de organizaciones humanitarias, por intercambios profesionales o para coberturas periodísticas.
Sin embargo, Cuba sigue siendo el único país en el mundo al que el Gobierno estadounidense prohíbe a sus nacionales viajar como turistas.
Esta ley pondría fin a las restricciones legales sobre los viajes a la isla para los ciudadanos estadounidenses y residentes legales, y acabaría también con las trabas a las transacciones bancarias relacionadas con dichos viajes.
“Reconocer el derecho inherente de los estadounidenses a viajar a Cuba no es una concesión a los dictadores, es una expresión de libertad”, consideró Flake.
“El levantamiento de la prohibición a los ciudadanos estadounidenses que viajan a Cuba puede allanar el camino a un cambio significativo al aumentar el contacto entre los cubanos y los estadounidenses diariamente, y seguro que tendrá beneficios positivos para el floreciente sector empresarial y privado de la isla”, agregó.
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Asimismo, Leahy subrayó la mayoría bipartidista detrás de la propuesta, que “está de acuerdo en que el Gobierno federal no debe decirle a los estadounidenses dónde pueden o no pueden viajar, especialmente a un pequeño país a sólo 90 millas de Florida”.
“Las restricciones que nuestra ley tumbaría son un vestigio fallido de la guerra fría. La prohibición de viajar no está justificada ni en nuestra seguridad nacional ni para nuestros intereses económicos”, insistió el senador demócrata.
El Gobierno del expresidente Barack Obama reinició las relaciones con Cuba a finales de 2014, relajando en la medida de sus capacidades el embargo, cuyo levantamiento depende en última instancia del Congreso, pero Trump aún no ha manifestado una postura clara sobre cómo dirigirá sus tratos con la isla.