Los allanamientos en Manchester han llevado al descubrimiento de objetos importantes para la investigación sobre el atentado en el concierto en Manchester, informó el jueves el comandante de la policía británica.
Entretanto, una fuente policial dijo que la agencia decidió dejar de compartir su información con Estados Unidos debido a filtraciones de funcionarios estadounidenses.
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El jefe policial Ian Hopkins dijo que las ocho personas arrestadas hasta ahora comprenden “una novedad significativa” para la investigación, y que demorará unos días más requisar los lugares allanados. La policía ha allanado diversos hogares desde el martes, hay entre los arrestados está el hermano del individuo que detonó la bomba.
Hopkins no dio detalles sobre el material que ha sido hallado hasta ahora.
May hablará con Trump sobre filtraciones de información
La primera ministra Theresa May advirtió que hablará sobre las filtraciones de información con el presidente Donald Trump en la venidera cumbre de la OTAN en Bruselas. “Le dejaré en claro al presidente Trump que los datos secretos compartidos por nuestras agencias de policiales deben permanecer confidenciales”.
Al llegar a Bruselas, May destacó que la alianza británico-estadounidense se basa en la confianza mutua, pero añadió: “parte de esa confianza es saber que los datos secretos compartidos permanecerán en reserva”.
Las autoridades británicas están particularmente furiosas por el hecho de que fotos sobre los componentes de la bomba usada en el ataque aparecieron publicadas por el New York Times, aunque no se ha confirmado que el diario obtuvo las fotos de manos de funcionarios estadounidenses.
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El New York Times defendió hoy su decisión de publicar evidencias vinculadas con el atentado, afirmando que su cobertura del suceso ha sido responsable.
En un comunicado, el Times dijo que “las imágenes y el texto publicados no eran explícitos ni irrespetuosos hacia las víctimas, y se ajustan a nuestras normas sobre la cobertura de objetos usados en crímenes aterradores”.
Afirmó que “tenemos estrictas directrices sobre cómo cubrir contenidos delicados. Nuestra cobertura del espeluznante ataque del lunes ha sido abarcadora y responsable”.
Las agencias policiales británicas también están molestas porque el nombre del atacante, Salman Abedi, fue al parecer filtrado por funcionarios estadounidenses y publicado en la prensa aun cuando la policía británica lo mantenía en reserva, y en momentos en que estaban todavía en curso los allanamientos en Manchester y en Libia, donde vive el padre del atacante.
Una fuente policial británica dijo a la AP que la fuerza de Manchester decidió dejar de compartir información con los estadounidenses hasta que ofrezcan garantías de que no aparecerá por la prensa norteamericana. El funcionario pidió no permanecer en el anonimato.
Poco antes el Departamento de Policía de Manchester condenó las filtraciones, en nombre de la Unidad Nacional Antiterrorismo, en un comunicado que refleja una drástica ruptura con Estados Unidos, país con el cual Gran Bretaña solía confiar informaciones del más alto nivel.
“Cuando se viola esa confianza, se socavan esas relaciones y quedan perjudicadas nuestras investigaciones y la fe en nosotros que han depositado las víctimas, los testigos y sus familiares”, dice el texto. “El daño es aun mayor cuando involucra la difusión de potenciales evidencias en medio de una importante investigación antiterrorista”.
Gran Bretaña mantiene alto nivel de alerta
May insistió hoy en que se está avanzando en la investigación pero añadió que el nivel de alerta antiterrorista a nivel nacional permanece alto, es decir, que se considera que otro ataque podría ser inminente.
“El público debe mantenerse alerta”, indicó la primera ministra tras una reunión del comité de emergencias del gobierno.
Mientras cientos de soldados británicos protegían algunos de los lugares turísticos más visitados del mundo en Londres y otras ciudades, la policía está avanzando en su intento por desentrañar la red que permitió a Abedi detonar sus explosivos en el concierto de Ariana Grande en Manchester el lunes a la noche. Veintidós personas murieron en el atentado.
Por el momento hay ocho hombres detenidos en relación con el ataque del lunes, incluido el hermano de Abedi Ismail, según dijo a Associated Press su padre, Ramadan Abedi. Una mujer fue detenida el miércoles por la noche y liberada más tarde sin cargos.
El padre del sospechoso negó que su hijo Salman, fallecido en el ataque, tuviera lazos con milicianos y afirmó que “no creemos en la muerte de inocentes” antes de ser detenido en Libia junto con su otro hijo, Hashim.
Las autoridades también registraron el jueves por la mañana una propiedad en la ciudad, en la zona de Moss Side, y realizaron una explosión controlada.
Abedi murió en la explosión del lunes en el concierto de Ariana Grande. La artista canceló varios conciertos previstos en los próximos días en Londres y otras ciudades de Europa.
Por toda Inglaterra, cientos de personas guardaron un minuto de silencio a las 11 de la mañana en honor a las víctimas del atentado.
En la Plaza St. Ann de Manchester, inundada de ofrendas florales, una multitud cantó “Don’t Look Back in Anger”, una canción de Oasis, la banda de rock que es originaria de allí.
La reina Isabel II visitó el hospital local para darle consuelo a las víctimas.
“Es algo terrible, espantoso, atacar un evento como ese”, dijo la monarca de 91 años de edad a Evie Mills, una joven de 14 años que fue víctima del ataque.
Millie Robson, de 15 años y vestida con una camiseta de Ariana Grande, le contó a la reina que había conseguido entradas VIP al concierto. Estaba saliendo del estadio cuando escuchó un fuerte ruido, y recordó salir de allí ensordecida y sin darse cuenta de que sangraba copiosamente de las piernas.
Su padre rápidamente la cargó y le ató torniquetes en las piernas para detener la hemorragia.
“Tengo unas cuantas heridas en las piernas, una cortada bastante grande, pero comparado con otra gente, supongo, soy bastante afortunada”, expresó la chica.
Además de los fallecidos, 116 personas recibieron atención médica en hospitales de Manchester. El Servicio Nacional de Salud dijo que 75 personas fueron hospitalizadas.