La presidenta interina de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Nivia Fernández Hernández, confirmó su renuncia horas antes de que tuviera que comparecer por segunda ocasión ante la jueza Lauracelis Roques Arroyo del Centro Judicial de San Juan.
Fernández Hernández tenía hasta hoy a las dos de la tarde para presentar un plan “concreto” que permitiera la apertura de los portones del Recinto de Río Piedras o, de lo contrario, sería arrestada por desacato.
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Su renuncia se suma a la dimisión de tres miembros de la Junta de Gobierno de la UPR, dejando el cuerpo dirigente de la universidad sin quórum para la toma de decisiones y resulta “inoperante”.
“La Universidad se quedó sin cabeza, porque no hay presidenta, no hay recto en Río Piedras, que es el centro de la disputa, la Junta de Gobierno, al ocurrir estas renuncias, se quedó sin mayoría”, apuntó el licenciado Carlos Díaz Olivo, en declaraciones a Metro.
En total, la Junta de Gobierno de la UPR está compuesta por 14 miembros, aunque en la actualidad sólo nueve de esas sillas estaban ocupadas. Con las renuncias suscitadas hoy, el cuerpo se queda con seis miembros.
“Se quedaron dos representantes del claustro, dos de los estudiantes y dos que vienen del gobierno por la posición que ocupan, que es la secretaria de Educación y el representante de AFFAF, o sea que hay seis. El quórum es ocho”, explicó Díaz Olivo.
“Con los dos que nombró hoy el gobernador se alcanzaría el quórum, pero esos no han sido confirmados así que no pueden entrar en funciones”, añadió el licenciado.
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Ante tal situación, de acuerdo al analista, no hay nadie con autoridad formal suficiente para representar a la UPR, momentos antes de que de comienzo la vista pautada para las 2:00 de la tarde en el tribunal.
“El cuerpo que dirige la Universidad para todos los efectos está inoperante, la universidad no tiene las funcionaria ejecutiva principal que es la presidenta y Río Piedras también está sin cabeza, así que ahora mismo técnicamente no hay ni contra quién dar una instrucción en la universidad”, dijo el analista.
“No hay nadie con autoridad formal suficiente para representar a la universidad”, apuntó Díaz Olivo.
En ausencia inmediata de la presidenta, sería la Vicepresidencia de Asuntos Académicos quien “entraría en una especie de interinato, pero formalmente no hay nada”.
La Junta de Gobierno tendría que nombrar un nuevo presidente o presidenta interina, aunque sin quórum no puede hacerlo.
De acuerdo al licenciado, la jueza todavía pudiera tomar una acción en contra de la presidenta interina saliente, aunque la pasada semana, ante la renuncia de la rectora del Recinto de Río Piedras, Carmen Rivera, el Tribunal permitió que saliera del caso aún cuando se había emitido una orden tanto a a la presidenta interina como a la exrectora.
“Aunque pudiera haber actuado contra la persona de rectora, no lo hizo. Yo me imagino que hará lo mismo contra la presidenta, así que no sé si la juez ante esa situación, o pida que venga quien en el esquema de organigrama de la universidad entre en sustitución y contra esa persona pedirle o darle alguna instrucción, o suspenderá y dará algún tiempo adicional”, explicó el licenciado.