NUEVA YORK – Organizadores del Desfile Nacional Puertorriqueño están firmes en sus planes de honrar al recientemente liberado nacionalista Oscar López Rivera, en medio de boicots y creciente crítica.
La decisión de celebrar la liberación de López Rivera no fue tomada a la ligera, dijeron.
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“Creará consciencia sobre temas, aunque sean polémicos, que nos afectan como comunidad puertorriqueña”, dijeron los organizadores en un comunicado. “Seguiremos representando todas las voces, con la intención de comenzar un diálogo y hallar intereses comunes, para que podamos avanzar nuestra comunidad y construir un legado cultural”.
López Rivera fue integrante de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, FALN, organización puertorriqueña ultranacionalista que reivindicó más de 100 ataques con bombas en Nueva York, Chicago, Washington y Puerto Rico durante la década de 1970 y principios de los años 80. Cumplió 35 años de prisión hasta que el expresidente Barack Obama conmutó su sentencia.
La decisión de nombrar a López Rivera como Prócer de la Libertad para el desfile del 11 de junio hizo que la Sociedad Hispana del Departamento de Policía de Nueva York se retirara del evento. Algunos de los heridos por las explosiones del FALN fueron policías de Nueva York.
Generalmente, unos cuantos cientos de policías marchan en el desfile por la Quinta Avenida de Nueva York, un evento masivo que atrae alrededor de un millón de personas. Nueva York tiene la comunidad puertorriqueña más grande de Estados Unidos fuera de la isla.
Goya Foods, que ha patrocinado el desfile desde que el evento echó a andar en 1958, dijo que este año no participaría. Dijo que era una decisión comercial.
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Unas 2.000 personas han firmado una petición en línea para que le revoquen el título de prócer a López Rivera. El trombonista Willie Colón dijo en su blog que los organizadores del desfile se excedieron.
López Rivera también tiene sus simpatizantes, como la presidenta del concejo municipal, Melissa Mark-Viverito, quien nació en Puerto Rico, y más de 30 legisladores, quienes el lunes enviaron una carta a la junta del desfile felicitándolos por su decisión.
López Rivera, de 74 años, salió en libertad la semana pasada tras haber estado bajo arresto domiciliario en Puerto Rico desde enero, donde estaba desde que le conmutaron su sentencia. No fue hallado culpable por los ataques con bombas que dejaron seis muertos y docenas de heridos. Tiene miles de simpatizantes en el país que lo ven como un defensor de la libertad, encarcelado por pelear por la independencia de Puerto Rico, y como un símbolo para la isla.
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