Tan pronto como mañana, cuando finalmente quede en libertad después de 36 años encarcelado en Estados Unidos, Oscar López Rivera podrá reincorporarse a la lucha por la independencia de Puerto Rico y abrazarse con sus viejos camaradas, indultados en 1999 por el entonces presidente Bill Clinton.
“Claro, podrá participar en actividades políticas sin restricciones algunas, piquetear, abogar por la independencia, asociarse y estar con los exprisioneros, porque no han podido tener contacto con él todo este tiempo”, expresó a la agencia Inter News Service (INS) su abogada Jan Susler.
PUBLICIDAD
Considerado por las autoridades de Estados Unidos como cabeza de las clandestinas Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Puerto Rico, ya disueltas, López Rivera fue condenado sin que jamás hubiera una evidencia en su contra.
López Rivera se halla desde el 9 de febrero en reclusión domiciliaria en el hogar de su hija Clarisa, en Santurce, al autorizarse su regreso condicionado a Puerto Rico luego que el entonces presidente Barack Obama conmutara el pasado 17 de enero, a tres días de dejar la Casa Blanca, su pena a cambio de que cumpliera cuatro meses más de su condena a 70 años.
“Oscar ya no tiene grillete y mañana estará plenamente libre, igual que tú y que yo”, precisó Susler, quien ha sido defensora de los presos políticos puertorriqueños vinculados a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Puerto Rico, que operaron en Nueva York y Chicago.
El regreso de López Rivera se produjo gracias a gestiones del congresista estadounidense Luis Gutiérrez, de origen puertorriqueño y su amigo personal en Chicago.
La letrada, involucrada desde 1980 en la defensa de los prisioneros políticos puertorriqueños en Estados Unidos, afirmó que mañana será “un día histórico para el pueblo puertorriqueño y todos los que amamos la justicia, un día muy especial en estos tiempos que vivimos”.
PUBLICIDAD
Susler subrayó que, tras firmar ante los representantes de las autoridades estadounidenses, López Rivera, que ha pasado casi 36 años en prisiones estadounidenses, “será libre como todos los que vivimos en la colonia”.
“Yo lo veo fuerte, muy fuerte, muy preparado, muy alegre y listo para luchar”, dijo llena de emoción ante la proximidad de la liberación del luchador independentista, quien tendrá en algún momento la primera oportunidad de abrazarse con sus camaradas, “momento importantisimo para ellos y ellas”.
Jan Susler reconoció que tiene “muchos sentimientos” en este momento ante la inminente liberación de López Rivera.
“Tengo una admiración y respeto para Oscar, por haber podido sobrevivir todo lo que le tiraron encima, la tortura psicológica, (la ausencia de) su familia; que él pueda salir de la cárcel con una sonrisa por la causa justa que le llevó a la cárcel; que haya salido incólume, política, física y mentalmente, es algo extraordinario”, expresó a la agencia INS la letrada.
Para Susler esto ha sido más que un caso legal al que ha dedicado una vida, porque “yo formo parte del movimiento y la causa por la que él y los demás presos políticos cumplieron”.
“Ser abogada es una destreza que yo pude aportar, mientras ellos tenían otras destrezas; una maravillosa combinación, que he vivido a su lado”, testimonió Susler al aclarar que “no estoy buscando otro caso de preso político, tengo la manos llenas con la agenda de Oscar, con la resistencia a la junta (de control fiscal) y acabar con el crimen contra la humanidad”.
La abogada se propone viajar con López Rivera a Chicago, donde “el jueves lo van a recibir con los barazos abiertos en la calle que lleva su nombre”.
En la ciudad en que residió desde los 15 años de edad, el combatiente independentista se reunirá con funcionarios electos, con los niños de la escuela que estableció hace décadas, para regresar casi de inmediato a Puerto Rico para el sábado reunirse con sus compueblanos en San Sebastián.
López Rivera tiene en agenda el 25 de mayo una muestra de sus obras en la alcaldía de San Juan y el 29 asistirá a una actividad ecuménica abierta al público.
También proyecta viajar a Nueva York el próximo mes, donde será reconocido como héroe por el Desfile Nacional Puertorriqueño de Nueva York, y más tarde a la ciudad de San Francisco, en California.
Susler indicó que igualmente tiene pendiente visitar Cuba, Nicaragua y Venezuela para agradecer a esos pueblos y a sus gobiernos la solidaridad mostrada, al igual que espera cumplir con invitaciones de otros países.