Washington- La aerolínea Delta Air Lines ha pedido disculpas y ha ofrecido una indemnización a una familia que fue expulsada de un avión, tras recibir amenazas de ir a la cárcel al negarse a ceder uno de sus asientos en un vuelo.
Según informaron hoy viernes los medios locales, un vídeo del incidente, ocurrido el pasado 23 de abril, se ha hecho viral esta semana al divulgarse en la plataforma YouTube.
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El suceso se suma a otros incidentes similares acaecidos recientemente, como el caso de un pasajero que el pasado 9 de abril fue golpeado y sacado de un avión de United a la fuerza, tras negarse a ofrecerse voluntario por un caso de sobreventa de billetes.
Brian y Brittany Schear, de Huntington Beach (California), relataron a la cadena local KABC-TV que la expulsión se produjo cuando regresaban de Maui (Hawai) con sus dos bebés, de 1 y 2 años, respectivamente.
La pareja quería acomodar al pequeño de 2 años en un asiento que compraron para un hijo de 18 años que volvió a casa en un vuelo anterior.
En el vídeo se puede escuchar a Brian Schear hablar con una persona, aunque no queda claro si se trata de un empleado de Delta o un agente de seguridad.
Tras negarse Schear a abandonar la aeronave, la persona en cuestión responde: “Usted y su esposa irán a la cárcel (…). Es un delito federal si no obedecen y sus hijos quedarán bajo cuidado temporal”.
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“¿Nosotros vamos a ir a la cárcel y mis hijos van a ir a qué?”, responde el padre, visiblemente airado.
“Yo compré el asiento (…). Usted está diciendo que se lo va a dar a alguien cuando yo pagué por el asiento. Eso no es correcto”, agrega el padre, quien sugiere que su esposa puede llevar en su regazo a uno de los bebés durante el despegue y colocar después al otro niño en una silla infantil.
Otra persona, que parece ser un supervisor de Delta, le dice después que la ley federal requiere que los niños menores de 2 años deben permanecer en el regazo de los padres durante todo el vuelo.
Sin embargo, ese argumento no es cierto, ya que la Administración Federal de Aviación (FAA) “urge encarecidamente” que los bebés viajen en una silla infantil, si bien permite que aquellos menores de 2 años viajen en el regazo de los padres.
La familia alega que tuvo que buscar un hotel para alojarse y transporte, además de comprar nuevos billetes para poder volar al día siguiente.
Tras la amplia divulgación del suceso, Delta emitió un comunicado este jueves para pedir perdón y ofrecer una compensación económica, de la que no dio detalles.
“Lamentamos la desafortunada experiencia que nuestros clientes tuvieron con Delta. Nos hemos puesto en contacto con ellos para reembolsarles el vuelo y aportar una compensación adicional”, afirmó la aerolínea.
“El objetivo de Delta es siempre trabajar con nuestros clientes para encontrar soluciones a sus problemas de viaje. Eso no sucedió en este caso y nos disculpamos”, agregó la compañía aérea.
El incidente vuelve a avivar el debate sobre el trato que las aerolíneas dan a los pasajeros, una polémica que empezó a raíz de la salida forzosa por parte de la policía de David Dao, un pasajero de United que fue conminado a dejar su asiento el pasado 9 de abril para acomodar a un sobrecargo destinado a otro vuelo.
El vídeo de Dao sangrando, arrastrado por los agentes, dio la vuelta al mundo, y forzó a United a pagar una cantidad de dinero no revelada para resolver el caso en los tribunales.
Esta semana, el Congreso acogió dos audiencias dedicadas al servicio de atención al cliente de las aerolíneas tras el maltrato propinado a Dao, de 69 años.
Altos ejecutivos de las compañías United, American Airlines, Southwest y Alaska testificaron ante los legisladores, si bien Delta no acudió a la cita.
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