Para el experto y consultor en seguridad Miguel Portilla, los planes de trabajo y logística implementados por la Policía durante las manifestaciones de ayer, 1 de mayo, en la Milla de Oro fueron erráticos y denotan una “falta de experiencia” por parte de la superintendente de la Policía, Michelle Hernández de Fraley.
“Hubo una mala planificación, la superintendente nunca pensó que esto iba a tomar esa magnitud”, sentenció el también presidente de Capital Security.
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Para el excoronel de la Policía Auxiliar, quien trabajó de la mano de Pedro Toledo en el cuerpo de la uniformada, el primer fallo de Hernández de Fraley fue negociar las pautas de seguridad con los líderes sindicales.
“Es la primera vez que los manifestantes le dicen a una superintendente qué hacer”, añadió.
El pasado sábado el movimiento sindical y la titular de la Policía acordaron que la Unidad de Operaciones Tácticas no estaría visible durante la manifestación, que se usaría el recurso de citaciones y no de arrestos, los guardias vestidos de civil tendrían que portar visiblemente su placa e identificación y el comité de disciplina de los sindicatos sería el primero en intervenir en el manejo de situaciones que pudieran ocurrir.
“¿Por qué ella no les exigió a estos líderes que si habían encapachados, el comité de seguridad de ellos los sacara?”, agregó Portilla, quien fue considerado para liderar la Policía en el cuatrienio de Luis Fortuño.
De la misma forma, apuntó como un error de logística poner en la primera fila de las formaciones policiacas a agentes de los diferentes precintos de la isla y no a la Unidad de Operaciones Tácticas, cuerpo, que -según nos dijo Portilla- es el que está preparado para ocupar dicha ubicación.
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“Esos policías no tienen los entrenamientos, capacidad y equipos. No aguantan la presión y no tienen el tamaño para una actividad como esa […] Tu tienes que tener una preparación especial para eso, es una preparación emocional y sicológica más allá de la ofrecida en academia [de la Policía]”, acotó el experto, quien estuvo presente cuando ocurrieron los actos de ayer.
Además de estos señalamientos, Portilla entiende que en cada una de las calles alrededor de la Milla de Oro debía haber una escuadra de la Unidad de Operaciones tácticas. Los uniformados, describió, fueron desplazados en más de una ocasión por la Milla de Oro. También, a consecuencia del acuerdo con los líderes sindicales, la fuerza de choque se mantuvo en interior del sótano de Oriental Bank en vez de vigilar a los manifestantes desde la avenida.
De igual forma, Portilla manifestó que era necesario un despliegue de uniformados dedicados solo a arrestar ciudadanos y que a su vez fueran protegidos por la Unidad de Operaciones Tácticas mientras lo hacían.
La reforma de la Policía está funcionado
Empero, para Portilla la reforma a la que ha sido sometida la Policía de Puerto Rico, tras varios cuestionamientos de violación a los derechos civiles, está funcionado.
El experto usó como ejemplo un suceso que ocurrió en los pasados días, cuando en la Fundación Sila María Calderón se encontraba el presidente del Senado Thomas Rivera Schatz y manifestantes de la Universidad de Puerto Rico se congregaron a las afueras del lugar.
“Después que lo sacaron [a Rivera Schatz] la policía quedó rodeada. En el pasado, su hubieran abierto paso dando palos. Pero la Policía estaba organizada, salieron con mucha paciencia y utilizaron el diálogo”, dijo Portilla.
“La intervención del monitor federal ha dado resultado”, concluyó.