El alcalde de Peñuelas, Walter Torres Maldonado, manifestó hoy jueves que los recortes que se impondrán a los municipios y la pérdida de ingresos provenientes del gobierno federal, tendrá consecuencias catastróficas para el país.
Las pérdidas para Peñuelas ascenderán a cerca de 6 millones de dólares anuales, situación que se hará evidente con la eliminación de los fondos CDBG (Community Development Block Grant) y del llamado subsidio a los municipios.
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Torres Maldonado aclara que los llamados subsidios es en realidad dinero que el gobierno central negoció por décadas a cambio de los millones de dólares que tendría que abonar a los ayuntamientos en patentes por los servicios y negocios que en ellos realizan.
“Los fondos CDBG son utilizados, en el caso de Peñuelas, en los programas de rehabilitación de viviendas, asistencia y cuido a personas necesitadas en el hogar y pavimentación de carreteras, por lo que su eliminación interfiere no solo con los servicios, sino con los suplidores”, dijo Torres Maldonado.
El alcalde peñolano subrayó que “no habrá manera sustentable de continuar con esos servicios, (pues) son cerca de 2.5 millones que no llegarán al pequeño y mediano comerciante y que afectará los empleos que se generan mediante ese programa, tanto en el municipio como en la empresa privada”.
Consideró que desde que Lisa Donahue entró a reorganizar o renegociar las deudas y acuerdos en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) se pudo vislumbrar que si lo allí divulgado era reflejo de lo que ocurría en las demás corporaciones públicas y el gobierno central, días muy difíciles estaban por llegar.
Después, con la imposición por Estados Unidos de la junta de control fiscal al gobierno de Puerto Rico llegó “la vorágine de amenazas, recortes, informes, quejas y lamentaciones”.
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Torres Maldonado destacó que la junta llegó acompaña de la elección de un presidente en Estados Unidos, Donald Trump, al que “muchos intelectuales, organizaciones y entidades de intachable trayectoria cuestionan su capacidad para dirigir una nación, enfrentar los retos y tomar decisiones económicas con tendencias razonablemente humanas”.
Debido a las presiones que ejerce la junta de control fiscal, según el alcalde, el gobierno estatal “pretende cortar por lo sano –pues los alcaldes en su mayoría no son los responsables de la caótica situación fiscal que atravesamos–, eliminando de golpe y porrazo cerca de 450 millones a los municipios”.
“En nuestro caso particular este recorte representa más de tres millones de dólares anuales; esto significa que Peñuelas dejará de recibir cerca de 6 millones al año para servicios directo a la ciudadanía y pago de empleados”, adujo.
“La situación que nos viene encima a pasos agigantados –y no por nuestra causa– repercutirá inevitablemente, ya no en afectar servicios o empleos, sino en diezmar, aniquilar, arrasar con el funcionamiento –como hasta hoy conocido– de los municipios”, explicó.