Los predios de la alcaldía de Guaynabo volvieron a ser el punto de encuentro y escenario de manifestaciones por parte de quienes insisten en que el alcalde Héctor O’Neill debe renunciar a su puesto ante los señalamientos que lo involucran en actos de violencia y hostigamiento sexual en contra de una empleada del municipio.
En esta ocasión la convocatoria la hicieron las Mujeres Presbiterianas de San Juan. El acto que inició a mediados de la tarde de hoy fue particular porque la marcha fue silente.
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A pesar de que no prevalecieron los cánticos de protesta exigiendo la salida del alcalde, las mujeres vistieron camisas color anaranjado y cargaban carteles con mensajes que específicamente solicitaban la renuncia de O’Neill a su puesto en el ayuntamiento.
“Estamos aquí voluntaria y libremente para ser solidarias con las mujeres no solo de Guaynabo, sino con todas las mujeres de la isla que son violentadas”, manifestó a Metro la pastora ordenada de la Iglesia Presbiteriana, Arelis Cardona.
“Como mujer y como pastora, en los dos roles, me tengo que sentir indignada que todavía en el 2017 se perpetúen patrones de hostigamiento sexual de esta índole”, afirmó Cardona.
Con relación a la determinación de hacer el acto de protesta en silencio, la pastora recalcó que es un método en donde el acto es protagonista.
“Me parece que es lo mejor porque estamos cansados de escuchar discursos y me parece que las acciones son mas importantes. Nuestro silencio habla, nuestro respaldo habla y así también se evita la confrontación. No nos gusta lo que está pasando”, dijo Cardona en conversación con este diario.
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Cabe resaltar que desde tempranas horas de la tarde la alcaldía estaba protegida por decenas de policías que rodearon el lugar. Además, cerraron el paso al área de la plaza que ubica justo frente a la alcaldía.
Cardona resaltó que no podía creer que hubieran más policías que manifestantes.
Sin embargo, el acto se desarrolló en total control y los oficiales de la uniformada permitieron el desarrollo de la actividad sin problemas y permitiendo el paso a quienes necesitaban acceder al ayuntamiento.