Y en poco tiempo ha dejado cristalinos tres puntos:Lo primero, que la inteligencia de los Estados Unidos investiga si Rusia intervino en facilitar la llegada del clan Trump a la Casa Blanca. Y aún no hay respuesta definitiva. Pero que los servicios secretos tengan que analizar si un presidente tiene “nexos” con el enemigo de toda la vida, no deja de ser inquietante.También ha desmentido la acusación que Trump le lanzó a Obama. Porque no hay pruebas de que el expresidente le espiase. Otra de las mentiras de destrucción masiva, difundidas por el magnate, es que hubo fraude en las elecciones. Otra de sus noticias falsas. Además los rusos pretendieron, según él, ayudar al incorregible Trump, lo que esta vez podría llegar a suponer una conspiración, alta traición en toda regla. Video: Reuters.
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