La Asociación de Educación Privada de Puerto Rico expresó su rechazo frente al presunto intento de la procuradora de las Mujeres, Ileana Aymat, de enmendar y modificar unilateralmente la reglamentación imperante en Puerto Rico sobre el licenciamiento de instituciones privadas.
Según un comunicado de prensa de la entidad, dicho reglamento se edifica sobre el respeto a la diversidad educativa y defiende la premisa de que solo compete a cada institución de educación privada seleccionar sin cortapisas del estado su filosofía educativa, su metodología de enseñanza y su currículo educativo.
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La Asociación puntualizó que el Consejo de Educación de Puerto Rico “actuó correctamente al no darle paso a dicha propuesta, que está reñida con los más básicos principios que cimentan la educación privada en Puerto Rico”.
En días recientes ha estado en discusión pública la supuesta propuesta de la nominada a los efectos de imponer, mediante memorando, una política de perspectiva de género en las escuelas de Puerto Rico, incluyendo las instituciones educativas privadas.
La Asociación de Educación Privada, por voz de su presidenta Wanda Ayala de Torres, indicó que “se reafirma en que tal medida es contraria al derecho protegido en nuestro ordenamiento jurídico que reconoce que son los padres y nadie más, quienes tienen la prerrogativa de educar a sus hijos en conformidad con los valores y creencias de la Familia”.
La Asociación enfatiza que en la sociedad democrática y pluralista que es Puerto Rico “no tiene cabida el que la Procuradora de las Mujeres, o cualquier otro funcionario o agencia gubernamental pretenda imponer su particular creencia, despojando a los padres de sus prerrogativas indelegables de formar a sus hijos con los valores de la familia, ni de la libertad de cada institución privada de practicar su misión educativa de la manera que entienda pertinente”.
“Únicamente en los países totalitarios en donde el estado “secuestra” los valores y creencias de inherentes a la familia, se impone una política educativa única y una verdad oficial. En esta sociedad democrática los estudiantes no pueden ni deben ser utilizados como marionetas del estado, sin tomar en consideración la inherencia del hogar en el desarrollo académico, social y emocional de los estudiantes”, añadió en declaraciones escritas.