El gobernador Ricardo Rosselló Nevares celebró la certificación ayer de su plan fiscal por parte de la Junta de Control Fiscal y evitó la puesta en acción de medidas mucho más drásticas de las que se ejecutarán por los próximos años.
Entre aplausos de los funcionarios del Gobierno, el primer mandatario del país, acompañado de la primera dama, Beatriz Rosselló, ofreció su mensaje televisado en el patio de La Fortaleza ayer en la tarde, a horas de la aprobación del plan presentado el pasado 28 de febrero.
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Según expuso en su mensaje, contenido en seis páginas, la versión aprobada del plan contiene medidas que “garantizan que no habrá despidos de empleados públicos, sin afectar la jornada laboral, manteniendo el acceso a servicios de salud a nuestro pueblo y protegiendo las pensiones de los más vulnerables”.
Entre las contingencias avaladas en conversación con los miembros de la Junta incluyen “un arbitrio al cigarrillo y la eliminación del bono de Navidad a los sueldos ejecutivos del Gobierno, entre otras medidas que tienen como objetivo lograr economías y allegar recursos adicionales al fisco”.
Rosselló Nevares expuso que “eliminando subsidios, congelando plazas en el Gobierno y aumentando la aportación de los que más tienen” fue que se evitó el despido de 45 mil empleados públicos o la reducción del 20 % del salario.
“Me aseguraré que tengamos el dinero líquido para no afectar el salario de los empleados públicos”, dijo.
En el renglón de la salud, el gobernador precisó que, a pesar de que se aplicará una reducción de $300 millones en cada unos de los dos próximos años fiscales, no se afectará el ofrecimiento de los servicios.
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Rosselló Nevares aseguró que efectuará un sistema contributivo “más justo”. Igualmente, afirmó que el sistema educativo satisfacerá las necesidades del estudiantado.
El gobernador aludió a la unidad de todas las Ramas de Gobierno, de los funcionarios y del equipo técnico para lograr las medidas del plan fiscal.