Pese a que la exsecretaria del Departamento de Salud, Ana Ríus, firmó para autorizar la compra de un helicóptero por casi $8 millones, esta aseguró que no participó del proceso de adquisición de la ambulancia aérea.
“A mi me dieron la instrucción de comprar el helicóptero, una instrucción institucional basada en costo beneficio”, dijo Ríus en vista pública de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes que investiga el proceso de adquisición del helicóptero.
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Señaló que de la información que tuvo, la decisión de comprar una nave fue tomada en una reunión, en la que Ríus no participó, entre la Oficina de Gerencia y Presupuesto, Emergencias Médicas y la Policía.
Sin embargo, según la extitular de Salud, ni la Policía ni Emergencias Médicas no quisieron encargarse de comprar la nave, por lo que a preguntas de los representantes, Ríus admitió que no debió ser la agencia que comprara el helicóptero.
A la audiencia también asistió la exasesora de Asuntos de Salud de Fortaleza, Ángela Díaz Escalera, quien sostuvo que tampoco estuvo presente en las reuniones en la que también se seleccionó el modelo de la nave.
Afirmaron que participaron de las reuniones del Consejo de Salud de Fortaleza, donde “se discutió el problema del transporte aéreo y la necesidad de resolver la situación”, según Ríus.
En la vista trascendió que la compañía a la que le compraron el helicóptero estaba siendo investigada por la Contralora, mientras en una declaración jurada, el dueño de la empresa afirmaba lo contrario.
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Ríus afirmó que el proceso expedito de compra se dio debido a que entendían que se trataba de una emergencia ya que la empresa Aeromed, que antes brindaba los servicios de ambulancia aérea, había anunciado que dejaría de ofrecer los servicios.
Actualmente, el helicóptero de $7.6 millones está inoperante debido a que se necesita una licencia que el gobierno no adquirió.
La exsecretaria aseguró que las agencias habían recomendado la adquisición pues creían que la licencia requerida por la Agencia Federal de Aviación (FAA, siglas en inglés) era la 91, de rescate, y no la FAA135, de taxi aéreo, no obstante, tras un encuentro con personal de la FAA se le indicó que deben tener la licencia 135.