El director del Negociado Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) para Puerto Rico y el Caribe, Matthew Donahue, reveló que en las calles del país está circulando una droga mucho más potente que la heroína y que su consumo es altamente peligroso.
Se trata del Fentanilo, un opioide sintético que viene de China como pastilla de prescripción falsa para tratar el dolor crónico o que, por lo general, se coloca en bolsas y se vende fraudulentamente como heroína o cocaína pura.
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El jefe de la DEA asegura que el narcótico es responsable de una epidemia de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Un informe de la agencia publicado en diciembre revela que las muertes por sobredosis de “opioides sintéticos” aumentaron en un 79 % de 2013 a 2014, de 3,097 a 5,544, un aumento del que los funcionarios de salud responsabilizan en mayor medida al Fentanilo.
La DEA relacionó más de 700 muertes en la nación americana con el narcótico y sus derivados entre el 2013 y 2014.
Aunque el Fentanilo es usado legítimamente por doctores para tratar a pacientes con dolores severos, Donahue asegura que la sustancia es 50 veces más fuerte que la heroína.
“Esta droga la están mandando de China a México y después a Estados Unidos y la están usando para hacer pastillas falsas, como hidrocodona y oxicodona con el mismo color y la misma marca, pero en realidad es Fentanilo”, detalla Donahue, quien asegura que la droga circula en la isla.
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“Esa droga está llegando mezclada al aeropuerto”, dice el jefe antinarcóticos, al tiempo que explica que la agencia está aumentando los esfuerzos para combatir su entrada a la isla que llega por correo o en maletas.
Sobre el valor en el mercado de la sustancia, Donahue asegura que es económica.
“Este Fentanilo es barato. Es $3,000 por kilo, y pueden mezclar esta sustancia con dos kilos de heroína y hacer de 20 a 30 kilos de heroína. La gente piensa que compra heroína, pero en realidad es Fentanilo, y eso lo hace extremadamente peligroso para los drogadictos”, indica.
Asegura que, como el Fentanilo y sus componentes se asemejan al polvo de la cocaína y la heroína, los traficantes y compradores pueden que no sepan exactamente qué están vendiendo o ingiriendo.
Detalla que los síntomas —en los primeros minutos de consumir el narcótico— son adormecimiento, desorientación, sedación, dificultad para respirar, pupilas dilatadas y piel fría.
Recomienda que, si la sustancia es inhalada, se mueva a la víctima a un lugar donde haya aire fresco. En cambio, si es ingerida, lo recomendable es que la persona se lave la boca con agua y se busque atención médica inmediata.
“Solo dos miligramos de Fentanilo pueden causar la muerte en la mayoría de las personas”, advirtió Donahue.
En entrevista con Metro desde su oficina en la zona de San Patricio, el representante de la DEA también habló sobre el consumo de otras drogas en la isla y reconoció que la cocaína continúa siendo la droga de mayor tráfico.
Durante el pasado año fiscal (octubre de 2015 a septiembre de 2016), la DEA incautó sobre 63,934 libras de cocaína en Puerto Rico y el Caribe. Además, en estos dos primeros meses de 2017, las autoridades locales y federales han ocupado tres grandes cargamentos del polvo, uno de 24 fardos (600 bloques) en el sector Las Ruinas en Maunabo, otro en alta mar de 2,000 libras valorada en $30 millones y otro tan reciente como ayer, de 92,594 libras estimado en $125 millones, la mayor ocupación marítima en el Atlántico desde 1999 indicaron las autoridades.
“Los estudios científicos demostraron más cocaína llegando a Puerto Rico. Hay mucha más cocaína que está produciendo América del Sur, específicamente en Colombia. Vemos 50 % más que el año anterior que se está produciendo cocaína de high quality (‘alta calidad’)”, dijo Donahue.
Destaca que el exceso de la sustancia en la isla ha provocado un descenso en su precio.
Según el jefe de la DEA, actualmente en Puerto Rico el kilo de cocaína se vende en la calle entre $17,000 a $22,000, dependiendo de su pureza, mientras que en Estados Unidos el costo oscila entre $25,000 a $45,000.
Al preguntarle cuánta de esa cocaína que se produce en Colombia, Bolivia y Perú se queda en Puerto Rico, Donahue destaca que “entre el 15 y 20 % se queda aquí para los drogadictos de aquí de Puerto Rico”.
Sostiene que, de la gran cantidad de cocaína que entra a la isla, no toda va a Estados Unidos, sino que una parte también llega a Europa.
“Cuando dice que hay más cocaína entrando a la isla, ¿se puede interpretar que es porque las autoridades no tienen los recursos suficientes para detener ese tráfico de drogas?”, preguntó Metro.
“Necesitamos más recursos, más plata, más helicópteros, más lanchas rápidas, más plata para comprar equipos para investigar. Es cierto, pero es porque cada día los narcotraficantes están buscando nuevas formas de pasar su mercancía, en latas de habichuelas, en bolsa de arroces. Incluso, la están poniendo en estatuas de Jesús, en regalos de Navidad. Están pensando en todas las formas para poder pasar la droga sin que la Policía pueda encontrarla”, concluyó.