Luego que la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico seleccionara a la nueva presidenta interina Nívea Fernández, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares contrastó la decisión de la Junta de permanecer en sus puestos con la de la presidenta Celeste Freytes y los rectores de renunciar al cargo.
“Tras culminar la reunión de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR), agradezco a los miembros de su principal organismo rector por mantenerse en su cargo, en claro contraste con otros funcionarios universitarios que decidieron renunciar a sus puestos en los momentos en que la institución más los necesita”, dijo en declaraciones escritas el primer mandatario.
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Este “reiteró” su respeto a la autonomía universitaria y agregó en sus breves reacciones a los sucesos universitarios que su administración “no abandonará a la Universidad, afirmando nuestra disposición de colaborar con la nueva presidenta interina de la UPR, Nivia Fernández, para atender la crisis fiscal que durante los pasados años fue ignorada y desatendida”.
Freytes debió presentar este próximo martes 21 su plan fiscal ante la junta de control fiscal, pero este nunca fue elaborado de manera suficiente y fue criticada por funcionarios de La Fortaleza, sede del poder ejecutivo.
La presidenta renunció efectivo el lunes 20, así como casi todos los rectores (9) del sistema de 11 unidades.
La junta de control fiscal estimó reducciones de $300 millones al presupuesto de mil millones de la UPR.
La administración central, poder presidencial en la estructura de la UPR, tiene un gasto de sobre $90 millones.
La nueva presidenta nació el 26 febrero de 1955. Su designación fue aprobada con 5 votos a favor, 2 en contra y dos abstenidos, uno de ellos de la secretaria de Educación Julia Keleher, presente vía telefónica.
