La ola criminal que azota al país, acrecentada en este año con más de 70 asesinatos en menos de 40 días de iniciado el 2017, ha disparado la contratación de guardias de seguridad, la gran mayoría sin experiencia.
Hoy en día resulta muy común observar en tiendas, centros comerciales, establecimientos de comida rápida y hasta en colmados, rostros extremadamente jóvenes de hombres y mujeres con uniformes de oficiales.
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La situación no solo devela el problema de inseguridad que vive el país, sino la falta de oportunidades laborales para un sector que ve en este tipo de trabajo la única oportunidad de llevar el sustento a sus hogares.
De hecho, es el oficio de guardia de seguridad uno de los que más abunda en las páginas de clasificados.
Jaime Morales, director ejecutivo de la Corporación Organizada de Policías y Seguridad (COPS) aseguró a Metro que el aumento en la contratación de guardias obedece a la falta de policías.
“La policía está escaseando, por falta de recursos ya no están ni llenando las plazas de los que se retiran y actualmente no hay academias que estén adiestrando policías para salir a la calle”, sostiene.
Reconoce que hay empresas que contratan guardias de seguridad y no les brindan ningún tipo de adiestramiento antes de asignarlos al puesto donde prestarán vigilancia.
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A su juicio, esto representa no solo un riesgo para el propio guardia sino para las personas a las que está destinado a cuidar.
“Lo que hacen es que cambian un hombre por otro hombre, sin ningún tipo de adiestramiento. Le dan un uniforme y ponlo ahí a que vigile”, sostiene Morales, al tiempo que denuncia que hay muchas compañías de guardias de seguridad que operan de forma clandestina.
En la actualidad, un guardia desarmado gana a 7.25 la hora, la compañía para la que trabaja lo vende a poca más de $9.00 a la empresa donde dará vigilancia; mientras, que un guardia armado devenga un salario de $8 a $9 por hora ($10 a $13 por hora para la empresa que lo recluta), supo Metro.
Efraín Santos, un guardia de seguridad con cuatro años en dicha función, sostuvo a Metro que cuando fue reclutado no recibió ningún tipo de adiestramiento.
Admite que, aunque cursó un año en la universidad para hacerse abogado, la falta de empleo lo llevó a tomar el trabajo como guardia de seguridad en la empresa para la cual pidió omitir su nombre por temor a represalias.
“Duré varios meses buscando trabajo y solo aparecía para guardia así que lo tomé”, dijo Santos, quien lleva cuatro años ganando $7.25 la hora.
Santos, quien trabaja en el turno de 2:00 de la tarde a 11:00 de la noche, asegura que su empleo está lleno de riesgos sobre todo en horas de la noche cuando, en ocasiones, escucha ráfagas de disparos de los residenciales de vivienda pública cercanos al lugar donde presta vigilancia en la zona de Guaynabo.
Afirma que el aumento en la delincuencia propicia ataques contra guardias de seguridad que ofrecen vigilancia en distintos tipos de comercios.
Precisamente, hace dos semana un guardia de seguridad fue encontrado atado y amordazado en el interior de uno de los tres vagones robados del almacén de la compañía Premier Logistics Transport, localizada en el Parque Industrial Minillas, en Bayamón.
Los camiones estaban cargados de electrodomésticos. El guardia fue encontrado por el compañero que lo relevaría.
Otro caso reciente fue el que cobró la vida de un guardia de seguridad asesinado a tiros frente a un colmado en Bayamón.
Aunque las circunstancias del crimen aún son desconocidas, la Policía dio cuentas de que ese era el primer día de trabajo como guardia de seguridad de la víctima.
