Si bien el Departamento de Educación cuenta con múltiples herramientas para manejar casos de niños adscritos al Programa de Educación Especial y prevenir situaciones como la de una maestra que presuntamente mordió a uno de sus estudiantes con autismo en Corozal, estas herramientas no son de conocimiento amplio por parte de los sectores que componen la comunidad escolar.
Así lo afirmaron a Metro la portavoz del Comité de Padres de Niños con Educación Especial, Carmen Warren, y la presidenta de la Alianza de Autismo de Puerto Rico, Joyce Dávila. Esto, luego de que una maestra fuera removida ayer de su salón en la escuela Abraham Lincoln de Corozal como medida cautelar tras morder a uno de sus alumnos con autismo, al alegar que el menor de 5 años le había mordido primero. El DE, a través de su portavoz de prensa, Yolanda Rosaly, informó a Metro que al niño lo cambiaron de salón, que ya hay una maestra sustituta para los demás estudiantes y, además, fue un equipo de profesionales a la escuela para continuar trabajando la situación.
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“Existe un protocolo para atender crisis de los estudiantes en general, tanto de educación especial como de corriente regular. Lo que pasa es que muchas veces los maestros no están adiestrados sobre cuál es el protocolo”, expresó Warren, al añadir que esta falta de conocimiento incluye a algunos trabajadores sociales y directores. La portavoz de los padres responsabilizó al DE por la falta de adiestramiento de los maestros, mientras aseguró que diariamente recibe quejas de padres por situaciones con docentes.
Por su parte, Dávila sostuvo que, aunque el 75 % de los niños con educación especial están en corriente regular, “los maestros de corriente regular no están adiestrados en este tipo de conducta”. De hecho, indicó que uno de los esfuerzos de la entidad que dirige es que el 4 de febrero celebrarán un taller de modificación de conducta en el Anfiteatro de la Facultad de Educación de la UPR. Detalló que este padecimiento afecta el desarrollo, el sistema sensorial y provoca frustración por la falta de comunicación.
Sobre el caso particular de la maestra, cuestionó que se trate de una educadora especializada en autismo, mientras declaró que “estas son cosas que pueden pasar, y, si el maestro no tiene la capacidad emocional y la preparación, no puede trabajar con esta población”.
La maestra, identificada como Tamalia Rivera, fue también citada el lunes a las 8:00 a. m. por la Policía, que investiga el caso como una agresión simple.