La reforma laboral propuesta por la administración Rosselló se movió un paso más y ahora va a comité de conferencia en la Casa de las Leyes luego que en la madrugada de hoy se aprobó con enmiendas en el Senado.
Al filo de la 1:30 de la madrugada, los 20 senadores del Partido Nuevo Progresista le dieron el sí a la medida luego de someterle varias enmiendas. La pieza tuvo nueve votos en contra.
La versión del Senado —que ahora pasará a comité de conferencia junto a la versión aprobada en Cámara— llevó la acumulación de enfermedad a 12 días al año, mantuvo la acumulación de vacaciones como se proponía, redujo el período probatorio a nueve meses, se elevó a 30 minutos el período de lactancia para las madres trabajadoras, que los períodos de descanso entre cada jornada laboral serán de ocho horas, que los empleados pueden pedir no trabajar en momentos de asistir a sus servicios religiosos y se estableció que la mesada no excederá nueve meses de salario en casos de despido justificado. Los senadores incluyeron más lenguaje sobre la prospectividad de la medida.
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La enmienda para que el empleado pida no trabajar por razones religiosas fue del senador Eric Correa, quien en un comunicado de prensa sostuvo que “fui criado con una base cristiana y juré como Senador sobre una Biblia”.
El maratónico debate de la medida inició pasadas las nueve la noche con la presentación del informe por parte del presidente de la Comisión de Gobierno y exsecretario del Trabajo, Miguel Romero. Uno de los puntos en los que este enfatizó es que a la hora de un despido, el peso de la prueba recae en el patrono. Al concluir el debate, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz sostuvo que “El 8 de noviembre, para evitar el no se puede, nos dieron mayoría para enderezar a Puerto Rico y levantarlo”, al tiempo que pidió el voto de toda su delegación.
Los senadores populares, por su parte, debatieron contra la medida. Durante el turno del expresidente del Senado y portavoz de la minoría, Eduardo Bhatia se observaba un letrero contra la reforma laboral. Este afirmó que la acción de la mayoría fomentaría la continuidad del éxodo de boricuas a Estados Unidos.
Por su parte, el senador independiente, José Vargas Vidot también argumentó contra la pieza legislativa. El nuevo legislador apuntó a la incertidumbre que crea la propuesta. “Este proyecto no le hace bien a Puerto Rico porque hiere el alma del país que es la clase trabajadora”, afirmó en su turno. El senador del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Juan Dalmau también estuvo en contra de la medida.
Las gradas en el hemiciclo del Senado estuvieron vacías durante la discusión y aprobación de la reforma laboral. El alto cuerpo retoma sus labores la próxima semana. El presidente senatorial, Thomas Rivera Schatz asistirá mañana a la juramentación del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.