Las normas fiscales que impuso la junta de control fiscal al gobierno de Puerto Rico este miércoles, desató una serie de reacciones de rechazo, no solo por su austeridad, sino porque hace imposible la sobrevivencia del pueblo.
El presidencia de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, en una carta abierta al pueblo sostuvo que “el pueblo no debe pagar los errores de otros”, en directa referencia a la administración anterior.
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Méndez destacó su agenda social en el servicio público, sin embargo, aunque reconoció las recomendaciones de la junta “dirigidas a colocar la casa en orden”, algunas de ellas “contrastan con las necesidades de nuestro pueblo”.
“Quiero dejar esto claro, la JFS (junta de supervisión fiscal) viene a consecuencia directa del desastre en la función pública que imperó bajo la pasada administración. La crasa falta de transparencia, que incluyó negarle al Congreso los estados financieros del gobierno, esconder data empírica sobre la economía y la legislación de castigo contributivo que se aprobó, junto a la carencia de un programa de desarrollo económico y de creación de empleos, forzó al Congreso a actuar”, dijo Méndez.
Particularmente, agregó, el déficit no es de unso $3,500 millones, como indicó el pasado gobierno, sino casi $8,000 millones.
“He sido claro ante la Junta de que el pueblo no debe pagar por los errores de otros”, señaló, y aseguró que hará al país máscompetitivo, “implementando estrategias noveles, fiscalizando cuando tengamos que hacerlo para garantizar que se creen empleos y legislando a favor de nuestros pequeños comerciantes, motor esencial para cualquier desarrollo económico sostenido”.
A su plan se añade promover la exportación de los bienes y servicios, y en las próximas semanas presentará legislación “enfocada en derrumbar la burocracia que permea las solicitudes de permios en la Isla”.
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Méndez resaltó el grave problema de inmigración debido a las condiocnes económicas de la Isla y el Cuerpo que preside evalúa medidas para retener los profesionales, entre ellos, los profesionales de la salud. Así como buscar la paridad en los programas federales de salud.
“El compromiso de esta Cámara es reducirle, de manera responsable, la enorme carga contributiva que tiene nuestra gente. Los días de imponer impuestos quedaron atrás. También estaremos buscando la manera de bajar los costos de los servicios de energía eléctrica y de agua potable, para que así nuestra gente tenga más dinero en su bolsillo. Esto vendrá atado de un verdadero programa de desarrollo económico, con métricas y mecanismo para fomentar la actividad económica en las comunidades y municipios, utilizando el mayor y más atesorado recurso: nuestra gente.
El objetivo del presidente es “garantizar la calidad de vida de todo residente de esta Isla”, sostuvo.