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¿Reforma Laboral y Suiza? Respuesta a Alex Delgado

El doctor José G. Caraballo responde a la columna de Delgado publicada ayer en este diario.

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Por: José G. Caraballo, profesor

Desde que era estudiante hasta ahora como profesor me preguntaba por qué tantas buenas profesoras con buenas ideas y buenas investigaciones no salen a compartir esa información con el pueblo, sobre todo cuando estamos en la peor crisis económica en más de 100 años. Me preguntaba por qué se le deja a las personas menos preparadas y llenas de conflictos de intereses la tarea de orientar la opinión pública. Una de las razones es que en los medios hay unas personas que se dedican al sensacionalismo y a la trivialidad como espectáculo para atraer clientela, como si el pueblo no prefiriese un análisis serio ante temas económicos tan complejos.

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Ayer leí una “columna” que no aparenta estar al nivel que se supone de un director de una emisora importante de noticias, para la cual he colaborado gratuitamente en el pasado. En ella se trata de ridiculizar con medias verdades mi intervención en el programa Jugando Pelota Dura, donde yo trataba de orientar al pueblo sobre si era correcto que la reforma laboral propuesta crearía empleos o no.

Economía es una de las ciencias sociales más difíciles y muy pocos terminan la carrera doctoral por el nivel competitivo de la materia. Sin embargo, en Puerto Rico casi todo el mundo dice saber de economía y asegura tener resuelto el entramado económico del País. Con esas actitudes y con el escaso tiempo que hay en los medios para explicar temas complejos me enfrento como intelectual.

En el caso particular de la relación entre la reforma laboral y la creación de empleos, uno de los métodos que los economistas utilizamos para probar empíricamente esa relación es estudiando la experiencia histórica de muchos países (conocidos en econometría como datos de panel). Para un ejemplo vea el libro “Fighting Unemployment” de mi antiguo profesor David Howell. Por eso en el aludido programa utilizaba como contraejemplo que en países donde hay mayores protecciones laborales también hay menor tasa de desempleo que en Puerto Rico. Algunos de esos países son Holanda, Islandia y Suecia (no Suiza, como Delgado cita incorrectamente). No implicaba con ese contraejemplo que el ciclo económico de Puerto Rico (crisis) es igual al holandés. Hay países como España que si están en crisis económica y las reformas laborales de 2010 y 2012 no han llevado la tasa de desempleo a menos del 20 %.

La idea con ese contraejemplo tampoco era decir “las empresas de Puerto Rico son iguales a las de Holanda” sino que “no hay relación directa que indique que a mayores protecciones laborales, mayor será el desempleo”. De hecho, uno de los problemas fundamentales con el desempleo en Puerto Rico es que las empresas locales no son como las de Holanda: mientras muchas corporaciones holandesas exportan a casi todo el mundo, las locales casi no exportan siquiera a Nueva York. Si exportásemos más, menor sería el desempleo. Y la exportación no se estimula con costos más bajos exclusivamente: Holanda tiene costos laborales que triplican los de Puerto Rico y exporta proporcionalmente más que nosotros. Es decir, en el mercado internacional se puede competir en costos o en calidad.

Ya estableciendo que la literatura económica no encuentra relación robusta entre reformas laborales y creación de empleos, otra periodista hubiese preguntado: ¿qué se puede cambiar de las leyes laborales? Yo contestaría: agrupar el seguro “choferil” y de incapacidad con el seguro del fondo; restablecer los beneficios marginales a los empleados a tiempo parcial para hacer más competitivas los comercios locales que contratan a tiempo completo vis-à-vis las megatiendas; implantar consecuencias criminales para los médicos que emitan certificados de salud fatulos; fortalecer la restitución de robos cuando se pruebe contra algún empleado; extender el periodo probatorio a seis meses (no a 18); entre otras.

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Delgado hizo una pregunta confusa que mezclaba conceptos como la educación con la “idiosincrasia o cultura laboral”. Me pareció referirse al ausentismo y, de ser así, fuese una pregunta importante: ¿cómo compara el ausentismo laboral en Puerto Rico con otros países? Mi respuesta fue “se necesitan hacer estudios sobre ese particular”. Esto lo interpreta Delgado como “no contestó la pregunta” y sostiene que no tenía base para hacer la comparación. Parece que él no quiso citarme adecuadamente o él es un experto economista que puede asegurar cuando se prueban las hipótesis. Quizás sea que no le satisface que hayan personas que no nos aventuramos a pasar juicios sobre temas sin información (como es la comparación entre países sobre ausentismo). Al final, para probar la relación entre protecciones laborales y desempleo no hace falta necesariamente incluir el ausentismo como covariado. Si su pregunta era sobre la productividad laboral de Puerto Rico, sepa que la misma ha crecido durante los últimos años mientras los salarios promedios se estancan y que la productividad en la manufactura local es mayor a la de Estados Unidos (ver mi página de Tweeter para las referencias).

Desde que soy profesor he colaborado gratuitamente con más de 50 periodistas de distintos medios, locales e internacionales, con el simple objetivo de ayudar al pueblo a entender y afrontar esta crisis. Este voluntariado lo hago sin tener contratos con ningún grupo de interés (ni sindicatos ni empresarios), sacrificando tiempo que puedo disfrutar con mi familia y con mis pasatiempos. Casi todas las periodistas agradecen eso mostrando profesionalismo y deferencia, aún cuando haya diferencias.

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