El representante Michael Abid Quiñones Irizarry, del Partido Nuevo Progresista (PNP), anunció la presentación de una medida que transfiere al Departamento de Agricultura la tarea de revisar el precio del café cada cinco años, quitándole así esa facultad al Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO).
“El Departamento de Agricultura es la agencia que tiene el deber de proteger la caficultura. Antes de la aprobación de la Ley 222-2008, que hacía compulsoria la revisión del precio del café, era Agricultura la entidad gubernamental que a través de programas de incentivos y subsidios mantenía estimulado este sector. Entendemos que debe volver a esa estructura”, apuntó.
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A su juicio, “el DACO no tiene los expertos necesarios, o el tiempo, para hacer estas revisiones y controlar el precio. Y por eso someteremos este proyecto”.
Quiñones Irizarry anunció que la medida será presentada mañana y añade un nuevo inciso (r) al artículo 8 del Plan de Reorganización 4 de 29 de julio de 2010, conocido como “Plan de Reorganización del Departamento de Agricultura de 2010”, para facultar al secretario de Agricultura a revisar el precio del café.
También se enmienda el inciso (a) del artículo 6 de la Ley 5 de 23 de abril de 1973, conocida como Ley Orgánica del DACO, para disponer que será Agricultura la entidad con jurisdicción para revisar el precio del café y establecer que el DACO dispondrá de un término predefinido para hacer las recomendaciones que estime pertinentes en protección del consumidor puertorriqueño.
De esta forma, el representante busca erradicar la controversial Orden Administrativa 1-2016, emitida en julio de 2015 por el entonces secretario del DACO, Nery Adames, y que colocó a la industria del café puertorriqueño en desventaja contra los exportadores internacionales.
La industria del café en Puerto Rico genera unos 12 mil empleos directos en 22 municipios. Según los más recientes datos del Departamento de Agricultura, esta industria aporta alrededor de unos 26 millones de dólares anuales a la economía local.
“Una vez firmada la orden, el precio del café importado por quintal quedó en unos 322.76 dólares, mientras que el precio del café puertorriqueño fue fijado en 379.98 dólares por quintal, es decir unos 57 dólares más alto que el importado”, recordó el político.