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Crucial temporada para la cotorra puertorriqueña

Buscan aumentar la población con la meta de que esta especie autóctona salga de la lista de animales en peligro de extinción.

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A partir de enero comienza una temporada crucial para el incremento de la población de la cotorra puertorriqueña, que lleva décadas en peligro de extinción.

Se trata de la temporada de anidar, que se extiende desde enero hasta junio, y para la cual biólogos encargados de la recuperación de esta especie, entre ellos Jesús Manuel Ríos, llevan meses en preparación para que las poblaciones en cautiverio, así como las que recientemente fueron liberadas, tengan una experiencia óptima en esta temporada de manera que aumente la cantidad de cotorras.

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En entrevista con Metro, Ríos, quien lleva 10 años trabajando con esta especie, explicó que comienzan meses antes a prepararse para la temporada a través de la construcción de nidos artificiales en lugares accesibles a estas aves. Para esta época, toma alrededor de 25 días el periodo de incubación y otros 60 a 65 días antes de salir del nido y cuando llega el momento de salir pueden tardar hasta seis días. “En esos días tenemos que estar hasta 12 horas esperando y viendo todo el proceso. Algunas tardan días en echar vuelo. Tanto que algunos (padres) los obligan a salir del nido”, contó sobre el proceso que es grabado en su totalidad por cámaras que instalan cerca de los nidos.

Durante esta temporada todos los esfuerzos que realizan en el programa son con la finalidad de aumentar la población de esta especie. Según Ríos, para los años 70 hicieron un censo de esta ave y encontraron que quedaban solo 13, lo que levantó la alarma sobre su recuperación. Al presente se estima que hay alrededor de 500, de las cuales unas 200 están en cautiverio.

“Estamos listos para que ahora en enero comience la temporada”, dijo el biólogo, quien actualmente trabaja en un proyecto de conservación de esta cotorra en el Bosque de Maricao para el Servicio de Pesca y Vida Silvestre federal. Previamente el experto trabajó en proyectos similares en Río Abajo en Utuado y en el bosque de El Yunque.

En noviembre pasado se realizó la primera liberación de cotorras en Maricao, donde soltaron 31 cotorras con radiotransmisor, a las que hacen un monitoreo diario. Según el experto, en modo silvestre hay alrededor de 40 en El Yunque y 120 en Río Abajo.

Antes y después de su liberación, el trabajo de Ríos consiste principalmente en ofrecer a las cotorras las herramientas para su sobrevivencia, como conseguir buen alimento, resistir a sus depredadores y entrenamientos de vuelo para insertar las cotorras en los bosques. “Siempre me pregunté por qué las cotorras no sobreviven. Y cada vez que me levanto a trabajar trato de contestar esa pregunta. Creo que cada día que trabajo aporto algo, porque las ayudo a prepararse para ser liberadas”, declaró.

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