El Palacio de Santa Catalina acogió nuevamente a Ricardo Rosselló Nevares, pero en esta ocasión como el gobernador de Puerto Rico.
En el 1993, Rosselló Nevares llegó por primera vez a vivir en la Mansión Ejecutiva como uno de los hijos del en aquel entonces gobernador Pedro Rosselló. Ahora, Rosselló Nevares es parte de la Primera Familia de Puerto Rico que en la tarde de hoy saludó al país desde su nuevo hogar.
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El Primer Ejecutivo ha dicho que quiere ubicar la casa del gobernador en otro lugar para que La Fortaleza sea centro de otras funciones gubernamentales. No obstante, el secretario de la Gobernación, William Villafañe, aseguró a Metro que ese cambio “tomará algún tiempo”.
“No hay tiempo determinado”, especificó Villafañe mientras el gobernador hacía su entrada oficial a la mansión ejecutiva.
Rosselló Nevares partirá en la madrugada de mañana, martes, hacia Washington D.C. para participar de los actos de confirmación de la comisionada residente, Jenniffer González. Igualmente, radicarán en el Congreso el Proyecto de Admisión de Puerto Rico como Estado de la Unión.
El gobernador afirmó que “nunca ha habido un proyecto de admisión y Jenniffer va a ser la primera persona en hacerlo”.
Aún en el contexto de la Ley federal PROMESA, que creó la Junta de Control Fiscal Federal, Rosselló Nevares confió que hay ambiente y que el presente es el momento ideal para lograr lo que se ha propuesto en su mandato: hacer que la Isla sea el estado número 51.
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“Cuando hemos visto todos los territorios de la nación que se han convertido en estado, la gran mayoría hicieron la transición en situación precaria y de desarrollo económico pobre. Hawái y Alaska tenían situaciones difíciles, ambos tuvieron igualdad democrática y los recursos su economía despunto grandemente”, manifestó el gobernador ante preguntas de este diario.
Los actos oficiales culminaron cuando la Primera Familia del País saludó desde el balcón de La Fortaleza con la música de fondo del conjunto de música clásica Los Violines de Marquito.
A eso de las 5:30 de la tarde dieron por concluidos los actos que hizo que miles de personas llegaran al lugar a presenciar el momento que se aprecia en la Isla cada cuatro años.
