Si bien han habido avances en términos de derecho civil y protecciones en distintos aspectos a la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual y Transgénero (LGBT), el hecho de que aún en Puerto Rico no se haya aprobado un Código Civil que refleje el estado de derecho actual mantiene latentes una serie de preocupaciones dentro de esa comunidad en la isla.
Así lo confirmaron varios líderes en entrevista con Metro. “El campo de batalla se ha movido de nuevo al Capitolio y como pieza de juego, el asunto del Código Civil, lo que no debería ser así”, apuntó Luis Conti, presidente del Colectivo Orgullo Arcoiris, una organización sin fines de lucro que trabaja para educar sobre las realidades cotidianas de la comunidad LGBT. El COA ha organizado la Parada de Orgullo LGBT en San Juan desde el año 1991.
Precisamente una investigación realizada en la Escuela Graduada de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico reveló que el discrimen, el reconocimiento de los derechos civiles y la representación gubernamental son las tres preocupaciones más apremiantes de la comunidad LGBT en Puerto Rico.
Para la investigación se utilizó data recopilada en la parada de 2013.En la misma se exploró la perspectiva de esta comunidad sobre sus experiencias de discrimen y sus prioridades percibidas para su salud y bienestar arrojó “Del 2013 al 2016 las preocupaciones siguen siendo las mismas, pero ahora con un poco más de vigencia”, aseguró Conti. Existen, por ejemplo, órdenes ejecutivas firmadas por la administración gobernamental actual para permitir el cambio de género en las licencias de conducir, prohibir el bullying y establecer guías para el trato adecuado a los estudiantes trans en los planteles de educación del país y para las personas trans en el sistema de Corrección, que van a tono con el estado de derecho a nivel federal pero que podrían estar en peligro.
Para la licenciada Ada Conde, no sólo preocupa que el Código Civil no se haya atemperado aún con el estado de derecho actual –que permite por ejmplo el matrimonio entre parejas del mismo sexo así como la adopción como matrimonio–, sino que no existan políticas efectivas para la implementación de medidas ya adoptadas, como las protecciones contra el discrimen en el trabajo y contra la violencia doméstica entre parejas del mismo sexo. “La preocupación legítima se mantiene ahora más que nunca, porque podemos tener una ley, la situación es que no haya una política real de ejecutarla”, manifestó la defensora de los derechos de la comunidad LGBT.
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